Las historias y proyectos de mujeres emprendedoras en el mundo actualmente son muchos, y cada uno demuestra que este gran sector de la sociedad, las mujeres, no creen en las barreras, ni estereotipos para ingresar al mundo de los negocios.
Durante décadas hemos sido testigos de verdaderos casos de éxito, en donde pequeñas, medianas y grandes empresas propiedades de las mujeres nos muestran que con esfuerzo, trabajo y apoyo los negocios son de quien los trabajan, sin importar el sexo.
Un ejemplo, es el programa Water Wise Women (mujeres conocedoras del agua), coordinado por el gobierno alemán, el cual capacitó a más de 300 mujeres para que se convirtieran en plomeras y creó una cooperativa que participa actualmente en licitaciones de contratos comerciales en escuelas,mezquitas y organismos públicos.
Las mujeres participantes reciben cajas de herramientas y financiamiento para difundir información en sus comunidades.
Asimismo, en América Latina existe el caso de Mujeres creativas de El Salvador, modelo que ayuda a mujeres emprendedoras para que trabajen fuera del hogar y para que sean autosuficientes económicamente. Hoy en día, el programa cuenta con más de 100 iniciativas productivas que se han puesto en marcha y han beneficiado a más de 35 mil personas no sólo en el ElSalvador, también en Honduras, Guatemala y Nicaragua.
Un caso más es el de Etiopia, en donde la participación delas mujeres en cooperativas agrícolas es un gran tema que está hoy creciendo, a pesar de la situación económica que viven ellas y sus familias.
Por otro lado, se encuentra el ejemplo de la CooperativaMujeres 4 Pinos en Guatemala, en el que un grupo de mujeres rurales organizadas recibe el apoyo y la transferencia de organizaciones internacionales para exportar productos.
Sin duda, las cooperativas tienen siempre un impacto cada vez más positivo en la economía local y en las mujeres, estos grupos contribuyen más a la igualdad de género que otro tipo de empresas del sector público o privado, por ello es importante impulsar este tipo de trabajos y sumar esfuerzos.
Por esta razón, es momento que la iniciativa privada,organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas participen y construyan un espacio de apoyo para las mujeres emprendedoras, con el fin de que ellas formen su propio negocio y tengan capacitación para tener éxito en sus proyectos. En esa tarea estamos.
