/ martes 27 de abril de 2021

Morena en pro del autoritarismo

Lastimosamente para los mexicanos; no obstante, la existencia de “muchos” partidos políticos, la próxima celebración de elecciones y el establecimiento constitucional de la representación política y la división de poderes, el mal llamado "régimen de la Cuarta Transformación" no ha sido el cambio que todos anhelamos, ni una democracia presidencial. No es una democracia porque las elecciones se han visto vulneradas por la envestida de del Primer Mandatario y todas sus huestes de poder en contra del INE, buscando desacreditar a la institución y la honorabilidad de sus integrantes. No es democracias porque han pisoteado y violado la Continuación, realizando cambios fast track para beneficiar o controlar a sus subalternos, como es el caso al promover la extensión de la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La ampliación del periodo de Arturo Zaldívar no es buena señal, tampoco el mecanismo que garantice una sana y transparente competencia que toda democracia supone, sino el elemento de legitimación de las relaciones de poder existentes y el autoritarismo. Qué vergüenza que los diputados y senadores del partido Movimiento de “Degeneración” Nacional (MORENA) por su ignorancia, privilegien intereses personales a los de la nación. Su servilismo y pasar por encima de la Ley es una traición a la patria. México vive hoy la supremacía presidencial y la subordinación de los poderes Legislativo y Judicial.

Como bien señaló Porfirio Muñoz Ledo “la cualidad que impulsa a los legisladores para actuar correctamente, de acuerdo con la moral, respeto que se gana con la dignidad y la Ley en la mano, se está erradicando”. De manera directa y bien fundamentada, el Legislador de Morena y ex presidente de la Cámara de Diputados pronunció un discurso brillante, republicano y con visión de Estado. Catedra pura y critica dura para la “izquierda” de este país.

Míseramente el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha estado marcado por un desastre real y por una retórica que busca esconderlo. El desastre real se venía gestando desde antes de la pandemia. En temas de salud, el gobierno decidió cambiar de golpe y sin transición adecuada la manera de organizar los hospitales públicos del país. En temas económicos, el triunfo electoral de AMLO y sus acciones en el gobierno generaron una epidemia de desconfianza entre los empresarios, que derivó en el freno de las inversiones, tanto pública como privada, que el año pasado provocó un decrecimiento de la economía.

Con su autoritarismo el Gobierno de MORENA buscar esculpir realidades y espejismos. En nuestras narices emerge la punta de un iceberg autoritario que a millones de mexicanos amenaza. Winston Leonard Spencer Churchill decía “QUIEN NUNCA CAMBIA DE OPINIÓN NUNCA CAMBIA NADA”.

Lastimosamente para los mexicanos; no obstante, la existencia de “muchos” partidos políticos, la próxima celebración de elecciones y el establecimiento constitucional de la representación política y la división de poderes, el mal llamado "régimen de la Cuarta Transformación" no ha sido el cambio que todos anhelamos, ni una democracia presidencial. No es una democracia porque las elecciones se han visto vulneradas por la envestida de del Primer Mandatario y todas sus huestes de poder en contra del INE, buscando desacreditar a la institución y la honorabilidad de sus integrantes. No es democracias porque han pisoteado y violado la Continuación, realizando cambios fast track para beneficiar o controlar a sus subalternos, como es el caso al promover la extensión de la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La ampliación del periodo de Arturo Zaldívar no es buena señal, tampoco el mecanismo que garantice una sana y transparente competencia que toda democracia supone, sino el elemento de legitimación de las relaciones de poder existentes y el autoritarismo. Qué vergüenza que los diputados y senadores del partido Movimiento de “Degeneración” Nacional (MORENA) por su ignorancia, privilegien intereses personales a los de la nación. Su servilismo y pasar por encima de la Ley es una traición a la patria. México vive hoy la supremacía presidencial y la subordinación de los poderes Legislativo y Judicial.

Como bien señaló Porfirio Muñoz Ledo “la cualidad que impulsa a los legisladores para actuar correctamente, de acuerdo con la moral, respeto que se gana con la dignidad y la Ley en la mano, se está erradicando”. De manera directa y bien fundamentada, el Legislador de Morena y ex presidente de la Cámara de Diputados pronunció un discurso brillante, republicano y con visión de Estado. Catedra pura y critica dura para la “izquierda” de este país.

Míseramente el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha estado marcado por un desastre real y por una retórica que busca esconderlo. El desastre real se venía gestando desde antes de la pandemia. En temas de salud, el gobierno decidió cambiar de golpe y sin transición adecuada la manera de organizar los hospitales públicos del país. En temas económicos, el triunfo electoral de AMLO y sus acciones en el gobierno generaron una epidemia de desconfianza entre los empresarios, que derivó en el freno de las inversiones, tanto pública como privada, que el año pasado provocó un decrecimiento de la economía.

Con su autoritarismo el Gobierno de MORENA buscar esculpir realidades y espejismos. En nuestras narices emerge la punta de un iceberg autoritario que a millones de mexicanos amenaza. Winston Leonard Spencer Churchill decía “QUIEN NUNCA CAMBIA DE OPINIÓN NUNCA CAMBIA NADA”.