/ viernes 3 de abril de 2020

Microempresa es pueblo

Debe cualquier gobierno, de la ideología que sea, proteger el empleo, más en época de crisis, al ser éste el motor de la economía. El Presidente Andrés Manuel López Obrador sostiene que no perdonará impuestos a empresarios, porque no tendría dinero para cumplir con los programas compensatorios.

Tampoco tendrá recursos sí se genera desempleo por la quiebra de empresas. Un gobierno de izquierda debería estar ocupado en preservar el trabajo de campesinos, obreros y empleados del sector servicios, más en época de crisis.

Es válido el exhorto que hace la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, una mujer preparada que sabe como funciona la economía en el mundo, que pide a los empresarios no reducir salarios ni despedir gente pero, al mismo tiempo la emergencia sanitaria los llama a parar, a cerrar sus locales.

Además de cerrar y pagar salarios, se les exige el pago de impuestos y servicios, es decir el Gobierno Federal no los apoyará.

El gran problema es que son pocos los empresarios que viven en la abundancia; Armando Sánchez Vargas, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)de la UNAM, apunta que más del 60 % son micro empresas, por lo que el Gobierno Federal debe estudiar implementar una política transformadora e invertir en mantener empleos.

Sí bien, no quiere exentar impuestos, una salida es diferirlos, para que en la etapa de reactivación económica el erario recupere paulatinamente esos recursos.

Tan sólo en la CDMX, de los 394 mil negocios de comercio y servicios de escala microempresa en la ciudad de México, el 68%, es decir, 267,920 ya se encuentran cerrados por la crisis de COVID-19, lo que representan que las ventas no realizadas en el sector comercio y servicios a nivel microempresa (1 a 10 empleados), por los primeros 10 días de resguardo que comprenden del 23 de marzo al 1 de abril, se estiman en 11,583 millones de pesos.

Textualmente hay que decirlo: El gran reto de las microempresas es la sobrevivencia no solo a la pandemia, es al día a día, ya que no solo tienen que asumir el obtener o conseguir los recursos para su familia, también tiene que ver or el salario de sus empleados y, los gastos operativos del negocio como lo son renta, luz, agua, teléfono, internet entre otros. Y principalmente el micro empresario es pueblo que trabaja para el pueblo.

En Twitter @TXTUALes

Debe cualquier gobierno, de la ideología que sea, proteger el empleo, más en época de crisis, al ser éste el motor de la economía. El Presidente Andrés Manuel López Obrador sostiene que no perdonará impuestos a empresarios, porque no tendría dinero para cumplir con los programas compensatorios.

Tampoco tendrá recursos sí se genera desempleo por la quiebra de empresas. Un gobierno de izquierda debería estar ocupado en preservar el trabajo de campesinos, obreros y empleados del sector servicios, más en época de crisis.

Es válido el exhorto que hace la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, una mujer preparada que sabe como funciona la economía en el mundo, que pide a los empresarios no reducir salarios ni despedir gente pero, al mismo tiempo la emergencia sanitaria los llama a parar, a cerrar sus locales.

Además de cerrar y pagar salarios, se les exige el pago de impuestos y servicios, es decir el Gobierno Federal no los apoyará.

El gran problema es que son pocos los empresarios que viven en la abundancia; Armando Sánchez Vargas, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)de la UNAM, apunta que más del 60 % son micro empresas, por lo que el Gobierno Federal debe estudiar implementar una política transformadora e invertir en mantener empleos.

Sí bien, no quiere exentar impuestos, una salida es diferirlos, para que en la etapa de reactivación económica el erario recupere paulatinamente esos recursos.

Tan sólo en la CDMX, de los 394 mil negocios de comercio y servicios de escala microempresa en la ciudad de México, el 68%, es decir, 267,920 ya se encuentran cerrados por la crisis de COVID-19, lo que representan que las ventas no realizadas en el sector comercio y servicios a nivel microempresa (1 a 10 empleados), por los primeros 10 días de resguardo que comprenden del 23 de marzo al 1 de abril, se estiman en 11,583 millones de pesos.

Textualmente hay que decirlo: El gran reto de las microempresas es la sobrevivencia no solo a la pandemia, es al día a día, ya que no solo tienen que asumir el obtener o conseguir los recursos para su familia, también tiene que ver or el salario de sus empleados y, los gastos operativos del negocio como lo son renta, luz, agua, teléfono, internet entre otros. Y principalmente el micro empresario es pueblo que trabaja para el pueblo.

En Twitter @TXTUALes