/ martes 10 de noviembre de 2020

México y la recesión de pagos

Lastimosamente para los mexicanos nuestro querido México enfrenta hoy una severa crisis en los político, social y económico, debido a un gobierno fallido, retrograda y mesiánico, cuyos resultados a dos años de la administración morenista son las últimas estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que apuntan a una caída de 3% en la economía global para el final del año 2020. El descalabro es equivalente a 30 veces la reducción que se reportó durante la crisis financiera internacional de 2008-2009. Sume usted amigo lector los estragos económicos que está originando el pésimo manejo que la secretaria de salud da al COVID-19, en donde la falta de medicamentos y lamentables servicios colapsaron ante el desbordante virus.

El impacto de la crisis depende de algunos factores, como el número de infectados, muertes y duración de la crisis de salud por el coronavirus en el país, la percepción de riesgo sobre la economía de México, el impacto y la profundidad de la caída económica, las afectaciones en la movilidad de personas, mercancías y la efectividad de la política fiscal. La política fiscal es una de las claves más importantes para determinar la profundidad de la caída en el crecimiento económico. Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, explica que México tiene una elasticidad de 1.5 veces, cuando se habla de la correlación con la economía estadounidense. De tal modo que, si la economía estadounidense cae 1%, México tiende a caer 1.5%.

El gobierno federal dejo de lado su función pública; la cual básicamente es brindar servicios como seguridad, salud, educación, servicios, etc., por lo tanto, son las empresas, comercios, salarios y trabajadores los que hacen la diferencia. La respuesta de la administración de la cuarta transformación de reducir los aguinaldos en un 50 por ciento solo incrementó la percepción de riesgo sobre México. Los especialistas coinciden en evitar la quiebra masiva de México, al entrar en una recesión de pagos. El incremento en la masa monetaria es reflejo de que “la gente está tratando de quedarse con el efectivo y no pagar muchas de sus obligaciones, como son el pago en los créditos e hipotecas, entre otros”, señaló Miguel González, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Si el Gobierno federal continúa sin dirección y no brinda facilidades a los ciudadanos, prestadores de servicios o empresas, el principal desafío será la falta de liquidez. La falta de ingresos para hacer frente a lo más prioritario puede originar una crisis prolongada de flujo y solvencia, lo que se traduce en cierre de empresas, comercios, servicios, desempleo masivo, así como, dejar de pagar a proveedores, salarios, pensiones, etc. Sin liquidez vamos camino a la destrucción.


Lastimosamente para los mexicanos nuestro querido México enfrenta hoy una severa crisis en los político, social y económico, debido a un gobierno fallido, retrograda y mesiánico, cuyos resultados a dos años de la administración morenista son las últimas estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que apuntan a una caída de 3% en la economía global para el final del año 2020. El descalabro es equivalente a 30 veces la reducción que se reportó durante la crisis financiera internacional de 2008-2009. Sume usted amigo lector los estragos económicos que está originando el pésimo manejo que la secretaria de salud da al COVID-19, en donde la falta de medicamentos y lamentables servicios colapsaron ante el desbordante virus.

El impacto de la crisis depende de algunos factores, como el número de infectados, muertes y duración de la crisis de salud por el coronavirus en el país, la percepción de riesgo sobre la economía de México, el impacto y la profundidad de la caída económica, las afectaciones en la movilidad de personas, mercancías y la efectividad de la política fiscal. La política fiscal es una de las claves más importantes para determinar la profundidad de la caída en el crecimiento económico. Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, explica que México tiene una elasticidad de 1.5 veces, cuando se habla de la correlación con la economía estadounidense. De tal modo que, si la economía estadounidense cae 1%, México tiende a caer 1.5%.

El gobierno federal dejo de lado su función pública; la cual básicamente es brindar servicios como seguridad, salud, educación, servicios, etc., por lo tanto, son las empresas, comercios, salarios y trabajadores los que hacen la diferencia. La respuesta de la administración de la cuarta transformación de reducir los aguinaldos en un 50 por ciento solo incrementó la percepción de riesgo sobre México. Los especialistas coinciden en evitar la quiebra masiva de México, al entrar en una recesión de pagos. El incremento en la masa monetaria es reflejo de que “la gente está tratando de quedarse con el efectivo y no pagar muchas de sus obligaciones, como son el pago en los créditos e hipotecas, entre otros”, señaló Miguel González, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Si el Gobierno federal continúa sin dirección y no brinda facilidades a los ciudadanos, prestadores de servicios o empresas, el principal desafío será la falta de liquidez. La falta de ingresos para hacer frente a lo más prioritario puede originar una crisis prolongada de flujo y solvencia, lo que se traduce en cierre de empresas, comercios, servicios, desempleo masivo, así como, dejar de pagar a proveedores, salarios, pensiones, etc. Sin liquidez vamos camino a la destrucción.