/ sábado 9 de octubre de 2021

Mejoría en seguridad, desde las alcaldías

En la Ciudad de México se registra una poco común, pero muy esperanzadora, alineación de datos que revelan una mejoría sustancial en la seguridad pública, y esos son avances que deben fortalecerse.

Desde la calle o desde sus hogares, las y los ciudadanos perciben una disminución en la inseguridad, medida por encuestas rigurosas como las del INEGI.

De enero a agosto de este año se ha presentado en la capital mexicana una constante baja en la incidencia delictiva de las 16 alcaldías, de acuerdo con el reporte DISÍ que elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Cuauhtémoc, Iztacalco y Benito Juárez son las tres con mayor decremento, con 55% menos delitos de alto impacto en comparación con los mismos meses de 2019, aunque también se obtuvieron resultados superiores al 40% en Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Azcapotzalco y Álvaro Obregón.

Los avances en materia de seguridad pública tienen, entre otras razones, la coordinación y trabajo enfocado a un mismo fin, desde la administración central, encabezada por Claudia Sheinbaum, hasta las alcaldías.

El modelo tiene como base el fortalecimiento de la inteligencia policial encaminada a perseguir y detener a objetivos prioritarios generadores de violencia, la coordinación —como no había visto en administraciones pasadas— entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia y el acercamiento con la ciudadanía para restablecer la confianza en la Policía.

Este esquema encuentra apoyo en el gabinete de seguridad, donde todos lo días se analiza y enfoca la estrategia para alcanzar los mejores resultados.

En octubre y diciembre de 2018 se detectaron los puntos más altos en 14 delitos de alto impacto en la capital. Desde entonces, las cifras han ido a la baja, reflejando una reducción del 28% en comparación con el promedio histórico de los últimos siete años.

Percepción y datos sobre delitos denunciados corren por el mimo camino. El cambio en las administraciones en las alcaldías es una ventana de oportunidades para fortalecer las rutas trazadas.

Los gabinetes de seguridad o la inteligencia policial requieren de la participación decidida de la ciudadanía, sin importar posiciones ideológicas o partidistas, comprometida con la promoción y el fortalecimiento de la cultura de la legalidad y la denuncia.

Afrontar la inseguridad como un tema de corresponsabilidad permite a los ciudadanos ser conscientes de lo que pueden hacer con acciones como estar atentos al entorno, conocer sus derechos, apoyar a vecinos y autoridades, y reportar actos sospechosos en los medios disponibles.

Para contribuir en ese esfuerzo, el Consejo Ciudadano abrió un nueva sede, en la alcaldía Azcapotzalco y prepara la apertura de otra en Benito Juárez, con el objetivo de acercar a la población las atenciones que ayuden en la construcción de la paz y la reducción del delito. Además de la atención gratuita, 24/7 en la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.

@guerrerochipres

En la Ciudad de México se registra una poco común, pero muy esperanzadora, alineación de datos que revelan una mejoría sustancial en la seguridad pública, y esos son avances que deben fortalecerse.

Desde la calle o desde sus hogares, las y los ciudadanos perciben una disminución en la inseguridad, medida por encuestas rigurosas como las del INEGI.

De enero a agosto de este año se ha presentado en la capital mexicana una constante baja en la incidencia delictiva de las 16 alcaldías, de acuerdo con el reporte DISÍ que elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Cuauhtémoc, Iztacalco y Benito Juárez son las tres con mayor decremento, con 55% menos delitos de alto impacto en comparación con los mismos meses de 2019, aunque también se obtuvieron resultados superiores al 40% en Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Azcapotzalco y Álvaro Obregón.

Los avances en materia de seguridad pública tienen, entre otras razones, la coordinación y trabajo enfocado a un mismo fin, desde la administración central, encabezada por Claudia Sheinbaum, hasta las alcaldías.

El modelo tiene como base el fortalecimiento de la inteligencia policial encaminada a perseguir y detener a objetivos prioritarios generadores de violencia, la coordinación —como no había visto en administraciones pasadas— entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia y el acercamiento con la ciudadanía para restablecer la confianza en la Policía.

Este esquema encuentra apoyo en el gabinete de seguridad, donde todos lo días se analiza y enfoca la estrategia para alcanzar los mejores resultados.

En octubre y diciembre de 2018 se detectaron los puntos más altos en 14 delitos de alto impacto en la capital. Desde entonces, las cifras han ido a la baja, reflejando una reducción del 28% en comparación con el promedio histórico de los últimos siete años.

Percepción y datos sobre delitos denunciados corren por el mimo camino. El cambio en las administraciones en las alcaldías es una ventana de oportunidades para fortalecer las rutas trazadas.

Los gabinetes de seguridad o la inteligencia policial requieren de la participación decidida de la ciudadanía, sin importar posiciones ideológicas o partidistas, comprometida con la promoción y el fortalecimiento de la cultura de la legalidad y la denuncia.

Afrontar la inseguridad como un tema de corresponsabilidad permite a los ciudadanos ser conscientes de lo que pueden hacer con acciones como estar atentos al entorno, conocer sus derechos, apoyar a vecinos y autoridades, y reportar actos sospechosos en los medios disponibles.

Para contribuir en ese esfuerzo, el Consejo Ciudadano abrió un nueva sede, en la alcaldía Azcapotzalco y prepara la apertura de otra en Benito Juárez, con el objetivo de acercar a la población las atenciones que ayuden en la construcción de la paz y la reducción del delito. Además de la atención gratuita, 24/7 en la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.

@guerrerochipres