/ martes 9 de marzo de 2021

Más mujeres con trabajos precarios

No es sorpresa que la pandemia tenga a las mujeres en la cuerda floja. Se sigue ampliando la brecha de género en el sector laboral. Persiste la desigualdad salarial. Ganan menos que los hombres desempeñando el mismo cargo. En esta crisis del Covid, el empleo femenino es el más golpeado, con la pérdida de más puestos de trabajo. Y creció la violencia en su contra.

Además, las que cuentan con trabajo continúan en empleos precarios. Como es el caso de las trabajadoras del hogar, de las plataformas digitales, las que laboran en la industria textil y del zapato y las mujeres indígenas jornaleras.

Siete de cada 10 que trabajan no pueden comprar lo indispensable. Su ingreso es menor a dos canastas básicas que están alrededor de 6500 pesos.

La brecha salarial se ha incrementado. Ahora son más de mil pesos ($1,079 en promedio al mes). Para alcanzar un ingreso promedio similar al de los hombres, las mujeres tienen trabajar meses de 36 días, indican datos del Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Expone que el 63% tiene un salario promedio de 3 120 pesos mensuales, que no alcanza para una canasta básica; en promedio cuentan con 7.8 años de escolaridad. Y les faltan 1500 pesos para salir con los gastos básicos

El 60% de las mujeres que trabajan carecen de seguridad social; 49% sin contrato estable; 30% sin prestaciones, el 15 en la subocupación y 93% sin ninguna afiliación sindical.

Un informe del Banco Mundial señala que México no tiene una legislación que garantice salarios iguales para mujeres y hombres que realizan el mismo trabajo, tampoco hay condiciones similares para el cuidado de los hijos, ni se cuenta con esquemas que promuevan un acceso equitativo a pensiones.

La Confederación Patronal de la República Mexicana indica que la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 21% y solo el 16% de las mujeres tiene un cargo directivo, a pesar de que nueve de cada 10 de ellas con un empleo formal refieren que podrían y les gustaría ocupar un puesto de alto mando.

Sólo el 2 por ciento de las posiciones en consejos administrativos son ocupados por mujeres.

EN ESTE TENOR. Es muy baja la participación de mujeres en la economía; son 16 millones sin ingreso propio, y millones están desempleadas (23%) o en trabajos precarios.

No es sorpresa que la pandemia tenga a las mujeres en la cuerda floja. Se sigue ampliando la brecha de género en el sector laboral. Persiste la desigualdad salarial. Ganan menos que los hombres desempeñando el mismo cargo. En esta crisis del Covid, el empleo femenino es el más golpeado, con la pérdida de más puestos de trabajo. Y creció la violencia en su contra.

Además, las que cuentan con trabajo continúan en empleos precarios. Como es el caso de las trabajadoras del hogar, de las plataformas digitales, las que laboran en la industria textil y del zapato y las mujeres indígenas jornaleras.

Siete de cada 10 que trabajan no pueden comprar lo indispensable. Su ingreso es menor a dos canastas básicas que están alrededor de 6500 pesos.

La brecha salarial se ha incrementado. Ahora son más de mil pesos ($1,079 en promedio al mes). Para alcanzar un ingreso promedio similar al de los hombres, las mujeres tienen trabajar meses de 36 días, indican datos del Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Expone que el 63% tiene un salario promedio de 3 120 pesos mensuales, que no alcanza para una canasta básica; en promedio cuentan con 7.8 años de escolaridad. Y les faltan 1500 pesos para salir con los gastos básicos

El 60% de las mujeres que trabajan carecen de seguridad social; 49% sin contrato estable; 30% sin prestaciones, el 15 en la subocupación y 93% sin ninguna afiliación sindical.

Un informe del Banco Mundial señala que México no tiene una legislación que garantice salarios iguales para mujeres y hombres que realizan el mismo trabajo, tampoco hay condiciones similares para el cuidado de los hijos, ni se cuenta con esquemas que promuevan un acceso equitativo a pensiones.

La Confederación Patronal de la República Mexicana indica que la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 21% y solo el 16% de las mujeres tiene un cargo directivo, a pesar de que nueve de cada 10 de ellas con un empleo formal refieren que podrían y les gustaría ocupar un puesto de alto mando.

Sólo el 2 por ciento de las posiciones en consejos administrativos son ocupados por mujeres.

EN ESTE TENOR. Es muy baja la participación de mujeres en la economía; son 16 millones sin ingreso propio, y millones están desempleadas (23%) o en trabajos precarios.