/ viernes 13 de agosto de 2021

Mala nota

Se toman malas decisiones en los peores momentos, el regreso a clases dentro de dos semanas, se dará en medio de la tercera ola de contagios por Covid-19 en México. Y peor aún, en más de un año de suspensión de actividades presenciales, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no generó acciones para mejorar la calidad de la educación.

Ayer, México registró 24 mil 975 casos nuevos y 608 muertes por Covid-19, pero eso no sensibiliza a la autoridad. Por qué no regresar el 20 de septiembre en lugar del 30 de agosto.

Con la carta compromiso las autoridades pretenden deslindarse y responsabilizar totalmente a los padres de familia del regreso a clases, visión que comparten Movimiento Educación con Rumbo y la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).

Claro que todos deseamos que los niños quieren regresar a las aulas, el problema es la falta de protocolos, presupuesto y capacitación.

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dice que con base en su Consulta #CaminitodelaEscuela, Reporte Nacional, siete de cada diez niños quiere regresar a la escuela.

Es cierto que los estudiantes deben reincorporarse a clases presenciales, no sólo por el aprendizaje sino también por el desarrollo humano. Es importante la interacción con gente de su edad, pero también es cierto que este virus no respeta edad y, es letal.

Otra mala nota para la autoridad educativa es que cuando ordenó la educación a distancia dejó a los profesores a su suerte, al igual que a los alumnos. Para empezar, se debió capacitar a los docentes en el uso y aprovechamiento de la tecnología para el proceso de enseñanza, con un trimestre de un curso, hubieran generado mejores condiciones. Tampoco se les preguntó a los maestros sí tenían computadora, simplemente se les ordenó realizar una actividad y que la resolvieran ellos como pudieran.

El ISSSTE debería ofrecer pruebas Covid-19 a los trabajadores de la educación, el SNTE tendría que gestionar eso y, estar al pendiente de la salud de sus agremiados, realizar un censo de la salud.

Textualmente hay que decirlo: Basta de malas notas, hay que dar pasos firmes y sólidos, debe darse un regreso seguro a clases cuando existan las condiciones para ello. Sin fechas fatales.

En Twitter @TXTUALes

Se toman malas decisiones en los peores momentos, el regreso a clases dentro de dos semanas, se dará en medio de la tercera ola de contagios por Covid-19 en México. Y peor aún, en más de un año de suspensión de actividades presenciales, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no generó acciones para mejorar la calidad de la educación.

Ayer, México registró 24 mil 975 casos nuevos y 608 muertes por Covid-19, pero eso no sensibiliza a la autoridad. Por qué no regresar el 20 de septiembre en lugar del 30 de agosto.

Con la carta compromiso las autoridades pretenden deslindarse y responsabilizar totalmente a los padres de familia del regreso a clases, visión que comparten Movimiento Educación con Rumbo y la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).

Claro que todos deseamos que los niños quieren regresar a las aulas, el problema es la falta de protocolos, presupuesto y capacitación.

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dice que con base en su Consulta #CaminitodelaEscuela, Reporte Nacional, siete de cada diez niños quiere regresar a la escuela.

Es cierto que los estudiantes deben reincorporarse a clases presenciales, no sólo por el aprendizaje sino también por el desarrollo humano. Es importante la interacción con gente de su edad, pero también es cierto que este virus no respeta edad y, es letal.

Otra mala nota para la autoridad educativa es que cuando ordenó la educación a distancia dejó a los profesores a su suerte, al igual que a los alumnos. Para empezar, se debió capacitar a los docentes en el uso y aprovechamiento de la tecnología para el proceso de enseñanza, con un trimestre de un curso, hubieran generado mejores condiciones. Tampoco se les preguntó a los maestros sí tenían computadora, simplemente se les ordenó realizar una actividad y que la resolvieran ellos como pudieran.

El ISSSTE debería ofrecer pruebas Covid-19 a los trabajadores de la educación, el SNTE tendría que gestionar eso y, estar al pendiente de la salud de sus agremiados, realizar un censo de la salud.

Textualmente hay que decirlo: Basta de malas notas, hay que dar pasos firmes y sólidos, debe darse un regreso seguro a clases cuando existan las condiciones para ello. Sin fechas fatales.

En Twitter @TXTUALes