La palabra “presidente” o “presidenta” suena fuerte en los multitudinarios mítines y no precisamente está dirigida a Andrés Manuel López Obrador.
Se refieren a quienes aspiran a suceder al habitante de Palacio Nacional por seis años. No más.
Las porras que antaño endulzaron los oídos de López Obrador a lo largo y ancho de la República ya no son para él.
Los recipiendarios son la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, el canciller Marcelo Ebrard y en menor medida el senador Ricardo Monreal.
¿Qué ha sucedido desde que López Obrador los “destapó”? Simple: el poder se ha dividido.
Al presidente le han empezado a arrancar trozos de poder. Su ocaso ha iniciado inexorable.
La supuesta nueva mecánica de López Obrador –ya no son los tiempos de antes-, recupera los vicios del pasado con la famosa “cargada”.
Es decir, que en cada sitio que se presentan los aspirantes a sucederlo, son recibidos con el estribillo de “presidente”.
¿Se vale aplaudirle así a Sheinbaum, Ebrard o Monreal? En temporada de campañas electorales todo se vale, pero no son los tiempos.
Sin embargo ellos disfrutan del canto de las sirenas morenas, sus huestes aconsejadas para exaltarlos al unísono: “presidente”, presidente”.
El caso es que conforme avancen las semanas y meses, atraerán más los reflectores que sólo eran del Ejecutivo federal.
De hecho, no les interesa incurrir en violaciones a la ley. Si lo hace el Presidente, ¿ellos porqué no habrían de imitarlo?
En contra sentido, hay quienes cuestionan a la oposición por no placear a sus aspirantes. “No tienen perfiles”, pregonan. ¿También deberían violar la ley?
¿Acaso son seres superiores las cartas de la 4T? Los dos prospectos más avanzados, están en medio del huracán de la tragedia de la Línea 12 del Metro que dejó un saldo de 26 muertos y 100 heridos.
¿Por qué el Presidente busca por todos los medios apuntalar a Sheibaum? La defiende en contra de todo y de todos.
Este martes ofrecerá su tradicional conferencia de prensa en el viejo Palacio del Ayuntamiento, el despacho de la jefa de gobierno.
La carrera presidencial está en su apogeo. Y como dijera el viejo líder obrero Fidel Velázquez, quien se mueva no sale en la foto.
Pero eso ya no aplica en la actualidad, aquí todos se mueven en todos lados y a toda hora.
PROSPECCIÓN… Jalisco, Tamaulipas y Estado de México concentran el registro de personas desaparecidas y no localizadas, de ahí la urgencia de que dichas entidades atiendan los casos que aparecen en la Comisión Nacional de Búsqueda. Las tres entidades tienen signo político diferente al gobierno federal, y un mal balance en la gestión de temas vinculados a la protección de las mujeres. El posicionamiento promovido por Betty Hernández, integrante de la Coordinadora del Sectorial en la Ciudad de México, establece que una de las nuevas causas sociales de las mujeres es la búsqueda de hijos, hijas y familiares en fosas clandestinas, tema enquistado desde sexenios pasados, cuando las instituciones violentaron comunidades y se inició la “guerra” contra el crimen organizado.
Twitter: @JoelSaucedo
