/ viernes 7 de junio de 2019

Los peligros de ser periodista en México

En muchos foros nacionales y extranjeros hablan de los peligros de ejercer el periodismo en México, apenas hace una semana lo hizo Anabel Hernández en un foro alemán, donde al recibir el premio Free Speech Award 2019, se dijo perseguida.

Del mismo tema han hablado otros periodistas que previo a sufrir atentados grabaron mensajes donde acusan a funcionarios o grupos armados que los habían amenazado; con razón dicen que hacer periodismo en México es tan peligroso como estar en países en guerra, como en el Medio Oriente.

Sin embargo, no hay que ir tan lejos para ver que reportear en la calle es un albur, principalmente para los compañeros reporteros gráficos, que en la mayor de las veces poco se les reconoce su labor.

Tan solo ver que a reuniones entre funcionarios y reporteros no se les invita o se les llama hasta el último momento para hacer la foto.Peor la pasan aquellos que en auto, en moto o en lo que se pueda deben llegar hasta los lugares donde se genera la nota roja.

Lo peor es que no existe, ni de broma, un protocolo de actuación del reportero policiaco ante un suceso que debe ser cubierto, hasta ahora solo atender los principios del Sistema de Justicia Penal y permanecer atrás de la última línea de delimitación, pero aun ahí deben hacer maromas para obtener sus gráficas, porque los policías hace vallas, ponen obstáculos o bien enfrentan a los fotógrafos y camarógrafos, para en muchas ocasiones acabar a golpes.Pese a todo nunca pasa nada, se quedan como anécdotas del campo de guerra.

Así ocurrió este día jueves, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, que gobierna Ruth Olvera, donde elementos uniformado de un grupo denominado Grupo Especial de Operaciones no solo trató de impedir el trabajo de un fotógrafo, también intentó esposarlo.

Nada más grave que este tipo de agresiones, verdaderos actos de censura de personal que nada sabe de tratar con reporteros, y esto pasa porque no hay un vocero que tenga ese contacto con la prensa.

De los hechos da cuenta un video donde el fotógrafo, Jacobo Arellano, intenta evitar que le coloquen los candados de mano, como ahora le llaman a las esposas, y del otro lado un policía que desesperado no sabe cómo actuar, mientras otros fotógrafos hacen intentos por evitar este aberrante acto.

Así cada día en el Estado de México o en la capital del país, con razón dicen que hacer periodismo en México es tan peligroso como estar en un país en Guerra.

@Antoniodemarcel

antonio.marcelo@oem.com.mx

En muchos foros nacionales y extranjeros hablan de los peligros de ejercer el periodismo en México, apenas hace una semana lo hizo Anabel Hernández en un foro alemán, donde al recibir el premio Free Speech Award 2019, se dijo perseguida.

Del mismo tema han hablado otros periodistas que previo a sufrir atentados grabaron mensajes donde acusan a funcionarios o grupos armados que los habían amenazado; con razón dicen que hacer periodismo en México es tan peligroso como estar en países en guerra, como en el Medio Oriente.

Sin embargo, no hay que ir tan lejos para ver que reportear en la calle es un albur, principalmente para los compañeros reporteros gráficos, que en la mayor de las veces poco se les reconoce su labor.

Tan solo ver que a reuniones entre funcionarios y reporteros no se les invita o se les llama hasta el último momento para hacer la foto.Peor la pasan aquellos que en auto, en moto o en lo que se pueda deben llegar hasta los lugares donde se genera la nota roja.

Lo peor es que no existe, ni de broma, un protocolo de actuación del reportero policiaco ante un suceso que debe ser cubierto, hasta ahora solo atender los principios del Sistema de Justicia Penal y permanecer atrás de la última línea de delimitación, pero aun ahí deben hacer maromas para obtener sus gráficas, porque los policías hace vallas, ponen obstáculos o bien enfrentan a los fotógrafos y camarógrafos, para en muchas ocasiones acabar a golpes.Pese a todo nunca pasa nada, se quedan como anécdotas del campo de guerra.

Así ocurrió este día jueves, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, que gobierna Ruth Olvera, donde elementos uniformado de un grupo denominado Grupo Especial de Operaciones no solo trató de impedir el trabajo de un fotógrafo, también intentó esposarlo.

Nada más grave que este tipo de agresiones, verdaderos actos de censura de personal que nada sabe de tratar con reporteros, y esto pasa porque no hay un vocero que tenga ese contacto con la prensa.

De los hechos da cuenta un video donde el fotógrafo, Jacobo Arellano, intenta evitar que le coloquen los candados de mano, como ahora le llaman a las esposas, y del otro lado un policía que desesperado no sabe cómo actuar, mientras otros fotógrafos hacen intentos por evitar este aberrante acto.

Así cada día en el Estado de México o en la capital del país, con razón dicen que hacer periodismo en México es tan peligroso como estar en un país en Guerra.

@Antoniodemarcel

antonio.marcelo@oem.com.mx