Leonel Luna Estrada
Mucho se habla dela violencia, de sus cifras y focos rojos. Sin embargo, se dice poco de los huérfanos, víctimas también de la delincuencia, una terrible realidad de esta problemática que aqueja no sólo aMéxico, sino a un gran número de naciones en la actualidad.
Hoy no existe un censo o cifras oficiales que contabilicen en nuestro país a los huérfanos de la violencia. Lo que si sabemos y corroboramos con las historias diarias, es que los más vulnerables son siempre los jóvenes y los niños.
Algunos tienen familiares que se hacen cargo de ellos, pero otros son trasladados a instituciones gubernamentales. Sin embargo, esto no es suficiente. Necesitan apoyos y políticas integrales de atención y seguimiento que les garantice afrontar el futuro.
Se trata de un verdadero problema social, que de acuerdo con estimaciones de organizaciones de la sociedad civil como la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), se estima que 30 mil niños en el país son afectados por el fallecimiento de uno o ambos padres en la guerra del gobierno contra los cárteles de la droga.
Y aunque se desconozca el número exacto y su paradero, la realidad es que los huérfanos de la violencia son un sector que no debemos olvidar o perder de vista, pues requieren de un mayor apoyo y atención.
De acuerdo con elInforme El Derecho de los Niños y Niñas a una Familia de la OrganizaciónInternacional: Aldeas Infantiles SOS, los países más afectados por familias desmembradas que la violencia ha mutilado pertenecen a América Latina y elCaribe.
Las ocho naciones y ciudades más violentas del mundo en 2015 se sitúan, según el informe, en Sur yCentroamérica, algunas de ellas son Caracas (Venezuela), San Pedro Sula (Honduras), San Salvador (ElSalvador) y Acapulco (México) entre otras.
En estos lugares,destaca el documento, menores de edad han perdido a ambos progenitores por la espiral de violencia.
Es un tema preocupante, que no es nuevo, pero que está creciendo, y lo más lamentable que afecta niños y jóvenes es que la mayoría de los casos están olvidados por la sociedad y son invisibles para muchos.
Hace unos días, el Redim informó, desde otro ángulo de esta problemática, el caso de los infantes y adolescentes que son víctimas de la delincuencia organizada. Según datos delSecretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer trimestre de 2019 ocurrieron 285 homicidios dolosos contra la población de cero a 17 años, por lo que estamos más que obligados como mexicanos a cuidar de los pequeños y adolescentes ante la espiral de violencia que se vive en la región.
