/ lunes 29 de abril de 2019

Los costos de Santa Lucía

La semana pasada se dio a conocer que el costo del Aeropuerto se podría incrementar en un 10% por los cambios derivados de la dirección de las pistas.

¿Qué pasó antes? Les contamos, hace como un mes los ingenieros a los que les encargaron el estudio estaban trabajando arduamente en intentar cuadrar los números ofrecidos por el gobierno federal y los cambios necesarios para que las pistas de Santa Lucía y la del AICM no se crucen en el en el aire, la idea es mantener los costos más bajos posibles.

Y una de las conclusiones a las que llegaron los especialistas en esas conversaciones fue que el de la CDMX se quedaría para viajes internacionales y el de Santa Lucía para viajes locales, todo eso por el tamaño de las aeronaves. Las naves grandes no podrían aterrizar en la nueva terminal, esa es la conclusión de la IATA, que representa a unas 26 empresas, y si esta asociación no da el visto bueno el nuevo aeropuerto se quedará como un elefante blanco.

El 2 de enero la empresa OHL desapareció de México, como negocio se cambió el nombre a Aleatica y su inversionista principal es el fondo australiano IFM, de Julio García; que se volvió dueño del 85% de la empresa y mantuvo al resto en la bolsa. Sergio Hidalgo estaba en OHL México y se quedó como director de Aleatica. Bueno, el caso es que ahora, a pesar de todas las investigaciones y escándalos en los que se metió la marca en los últimos años y que parecía ya se habían calmado las aguas, viene una segunda vuelta, una nueva arremetida desde el gobierno de AMLO por dos temas: costos de operación y tarifas altas.

Por cierto, IFM -y en consecuencia Aleatica- son inversionistas del aeropuerto de Toluca que, como se sabe, es parte nodal del plan aeroportuario del nuevo gobierno. Algo se va a sacrificar.

Nos dicen que en la actual FGR, de Alejandro Gertz Manero, no se tiene la estructura definida para combatir los delitos de corrupción a pesar de que se tiene una fiscalía especializada a cargo de María de la Luz Mijangos Borja; y es un asunto de recursos públicos. El caso es que esta situación está generando extrañeza y en el Senado de la República se empieza a generar extrañeza sobre lo que viene en esa dependencia.

PD: El siguiente gran escándalo del gobierno será sobre precios del Gas LP que están fuera de control.

La semana pasada se dio a conocer que el costo del Aeropuerto se podría incrementar en un 10% por los cambios derivados de la dirección de las pistas.

¿Qué pasó antes? Les contamos, hace como un mes los ingenieros a los que les encargaron el estudio estaban trabajando arduamente en intentar cuadrar los números ofrecidos por el gobierno federal y los cambios necesarios para que las pistas de Santa Lucía y la del AICM no se crucen en el en el aire, la idea es mantener los costos más bajos posibles.

Y una de las conclusiones a las que llegaron los especialistas en esas conversaciones fue que el de la CDMX se quedaría para viajes internacionales y el de Santa Lucía para viajes locales, todo eso por el tamaño de las aeronaves. Las naves grandes no podrían aterrizar en la nueva terminal, esa es la conclusión de la IATA, que representa a unas 26 empresas, y si esta asociación no da el visto bueno el nuevo aeropuerto se quedará como un elefante blanco.

El 2 de enero la empresa OHL desapareció de México, como negocio se cambió el nombre a Aleatica y su inversionista principal es el fondo australiano IFM, de Julio García; que se volvió dueño del 85% de la empresa y mantuvo al resto en la bolsa. Sergio Hidalgo estaba en OHL México y se quedó como director de Aleatica. Bueno, el caso es que ahora, a pesar de todas las investigaciones y escándalos en los que se metió la marca en los últimos años y que parecía ya se habían calmado las aguas, viene una segunda vuelta, una nueva arremetida desde el gobierno de AMLO por dos temas: costos de operación y tarifas altas.

Por cierto, IFM -y en consecuencia Aleatica- son inversionistas del aeropuerto de Toluca que, como se sabe, es parte nodal del plan aeroportuario del nuevo gobierno. Algo se va a sacrificar.

Nos dicen que en la actual FGR, de Alejandro Gertz Manero, no se tiene la estructura definida para combatir los delitos de corrupción a pesar de que se tiene una fiscalía especializada a cargo de María de la Luz Mijangos Borja; y es un asunto de recursos públicos. El caso es que esta situación está generando extrañeza y en el Senado de la República se empieza a generar extrañeza sobre lo que viene en esa dependencia.

PD: El siguiente gran escándalo del gobierno será sobre precios del Gas LP que están fuera de control.