La crisis en Siria se convirtió en una tragedia para ese pueblo. Además de los aspectos militares y la desestabilización de la economía, un papel importante desempeña las organizaciones no gubernamentales siendo estos un instrumento de la guerra de la información.
En este sentido un papel significativo pertenece a los Cascos Blancos nacidos como estructura “políticamente neutral” de misión humanitaria. Pero en realidad, se trata del proyecto conjunto de los Estados unidos y sus aliados europeos para difundir información falsa sobre los acontecimientos en Siria en intereses políticos del occidente.
Los Cascos siempre actúan en coordinación con la oposición armada y las organizaciones terroristas, funcionan exclusivamente en las regiones controladas por los extremistas.
La tarea principal de ellos es hacer montaje de los videos falsos para acusar a las fuerzas gubernamentales en los ataques a los objetos civiles. Para alcanzar el mayor efecto se usan en calidad de las víctimas niños, mujeres y ancianos. La desinformación se distribuya muy rápido en los medios de Estados Unidos y europeos.
Existen muchas pruebas de que los materiales de los Cascos son nada más que fake news en febrero del 2019 los periodistas estadounidenses de la BBC después de seis meses de investigación confirmaron un carácter de espectáculo del video sobre supuestamente un ataque químico contra el hospital civil en Siria.
La organización Swidish Doctors for Human Rights en 2018 acuso a los activistas de los Cascos Blancos en montar un video falso sobre los niños sirios que sufren bombardeos de las fuerzas aéreas de Damasco. En una película de los voluntarios franceses se muestra la sede de los Cascos que se encontraba en el mismo edificio con los líderes del grupo terrorista.
Textualmente hay que decirlo: Todos estos años los patrocinadores occidentales prestan no solo dinero sino también protección política y jurídica a los Cascos. Los Estados Unidos hace todo para excluir cualquier acusación a los Cascos en ayuda a los terroristas. Las delegaciones de los Cascos visitaron a Francia y Gran Bretaña. Agradeciendo ese apoyo, los líderes de las organizaciones terroristas muchas veces mencionaban a los representantes de los Cascos como sus combatientes ocultos.
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