A la mitad del presente sexenio, existe la escalofriante cifra de casi 100 mil personas desaparecidas.
Desde que se inició ese tipo de registro -15 de marzo de 1964-, se tienen contabilizadas 220 mil 330 personas perdidas.
Casi una cuarta parte de esa cifra, 94 mil 092, siguen sin ser localizadas, es decir que seis de cada 10 no se han encontrado.
El propio subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, admitió que desde diciembre de 2018 se han reportado como desaparecidas 49 mil 581 personas.
Las críticas de antes y ahora de los integrantes del actual gobierno, fueron demoledoras en contra de la administración de Felipe Calderón.
Los cuestionamientos destacaron en el sentido de que durante el sexenio del panista hubo 27 mil desaparecidos.
La situación empeoró en el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues la cantidad se disparó a 50 mil personas no localizadas.
Dichas cifras, las hicieron públicas autores participantes en el libro “Desapariciones en México, Análisis Sociojurídico del Fenómeno en Curso”, coordinado por Michael W. Chamberlín.
Según, Chamberlín, las desapariciones son un fenómeno criminal en curso, que se pueden considerar como delitos de lesa humanidad.
Pero además, en torno a ese ilícito hay masacres, torturas, feminicidios, trata de personas, pornografía infantil y niños y jóvenes atrapados en todo ese entramado.
De ese total de desaparecidos, cifras conservadoras estiman que el 17 por ciento, son menores edad, que podrían haber sido enrolados como sicarios.
El número de desaparecidos es dos veces el de países como Colombia, tras cinco décadas de conflicto interno armado.
Rebasa ampliamente el número de casos reportados tras las dictaduras militares de América Latina.
Por ejemplo en Chile las cifras oficiales oscilan entre los 6 mil y 8 mil, en tanto que en Argentina fueron más de 8 mil desaparecidos.
En ese tipo de investigaciones, la Fiscalía General de la República (FGR) ha sido omisa, puesto que el número de sentencias no pasa de 50.
Lo peor de todo es que los familiares de las victimas aún confían en las autoridades, incluso permiten su acompañamiento como sucedió con Encinas.
Es claro que en materia legislativa falta mucho por hacer, toda vez que las lagunas jurídicas impiden sanciones ejemplares.
Es el caso del delito de ejecuciones, tal y como se legisló en su momento sobre los feminicidios.
En resumidas cuentas, lo que se vive en México, es peor que una dictadura de América Latina o un conflicto armado.
Entre 2019 y 2020, se cometieron en México más de 70 mil homicidios, lo que equivale a un promedio de 100 crímenes cada 24 horas.
Así están las cosas en esta etapa denominada “cuarta transformación”.
PROSPECCIÓN… Este lunes en la sede del PRD de la Ciudad de México que preside Nora Arias Contreras, se celebró el Conversatorio “Modelo Económico para Prosperar y ¿Qué es el Estado Democrático de Bienestar”, a cargo de los especialistas Ricardo Becerra Laguna y Alberto Herrera Ordóñez.
Twitter: @JoelSaucedo
