/ martes 14 de mayo de 2019

La violencia, no es inherente al humano

Cuando la violencia se vuelve cotidiana y normal, es tiempo de reflexionar que no es correcta esta apreciación, que el ser humano genéticamente no está hecho para la violencia.

Desafortunadamente cada día perdemos el asombro y entramos aun estado psicológico que no le damos importancia a este fenómeno. Los niños y jóvenes están cada vez más expuestos, otros ven los homicidios como algo común.

De acuerdo a estudios de la Universidad de Granada, el individuo ante hechos violentos y constantes llega a percibirlos como normales,sin que le provoque una reacción. Esta es una reacción que diariamente percibimos.

Hay un estudio muy interesante, realizado por científicos de todo el mundo, que se llama el Manifiesto de Sevilla sobre la Violencia. Este documento ha sido adoptado y publicado por diversas organizaciones científicas a nivel mundial, entre otras asociaciones de antropólogos, etólogos,fisiólogos, politólogos, psiquiatras, sociólogos.

Señala que es un mito muy extendido que el humano está hecho para la violencia.

“Es científicamente incorrecto decir que la guerra o cualquier otra forma de comportamiento violento está genéticamente programada en la naturaleza humana”, indica. Incluso, subraya, que “la violencia no se inscribe ni en nuestra herencia evolutiva ni en nuestros genes”.

Estudios realizados en Finlandia y Estados Unidos en 1984 y1986, indican que un 52% y el 44% de los estudiantes, respectivamente, creían que la guerra es inherente a la naturaleza humana. Otra encuesta realizada en18 países entre 500 estudiantes universitarios dio los mismos resultados.

Científicamente, aseguran los científicos, está demostrado que los jóvenes que se adhieren al mito según el cual la guerra es inherente ala naturaleza humana tienen menos tendencia a creer que pueden hacer algo por la paz y también se muestran menos susceptibles de participar en acciones en favor de la paz.

El Manifiesto de Sevilla destaca la importancia de ayudar a los jóvenes a vincular su iniciativas a favor de la paz en todos los aspectos de su vida familiar y social, así como en sus relaciones profesionales, y dejar atrás ese mito que el ser humano es violento por naturaleza.

“La construcción de la paz empieza en la mente de los hombres: es la idea de un mundo nuevo. El respeto a los derechos humanos y delas libertades fundamentales, la comprensión, la tolerancia, la amistad entre todas las naciones, todos los grupos raciales y religiosos”.

Les recomiendo leer este Manifiesto de Sevilla que nos hace reflexionar y nos aclara que lo verdaderamente importante es la construcción dela paz entre los hombres.


Cuando la violencia se vuelve cotidiana y normal, es tiempo de reflexionar que no es correcta esta apreciación, que el ser humano genéticamente no está hecho para la violencia.

Desafortunadamente cada día perdemos el asombro y entramos aun estado psicológico que no le damos importancia a este fenómeno. Los niños y jóvenes están cada vez más expuestos, otros ven los homicidios como algo común.

De acuerdo a estudios de la Universidad de Granada, el individuo ante hechos violentos y constantes llega a percibirlos como normales,sin que le provoque una reacción. Esta es una reacción que diariamente percibimos.

Hay un estudio muy interesante, realizado por científicos de todo el mundo, que se llama el Manifiesto de Sevilla sobre la Violencia. Este documento ha sido adoptado y publicado por diversas organizaciones científicas a nivel mundial, entre otras asociaciones de antropólogos, etólogos,fisiólogos, politólogos, psiquiatras, sociólogos.

Señala que es un mito muy extendido que el humano está hecho para la violencia.

“Es científicamente incorrecto decir que la guerra o cualquier otra forma de comportamiento violento está genéticamente programada en la naturaleza humana”, indica. Incluso, subraya, que “la violencia no se inscribe ni en nuestra herencia evolutiva ni en nuestros genes”.

Estudios realizados en Finlandia y Estados Unidos en 1984 y1986, indican que un 52% y el 44% de los estudiantes, respectivamente, creían que la guerra es inherente a la naturaleza humana. Otra encuesta realizada en18 países entre 500 estudiantes universitarios dio los mismos resultados.

Científicamente, aseguran los científicos, está demostrado que los jóvenes que se adhieren al mito según el cual la guerra es inherente ala naturaleza humana tienen menos tendencia a creer que pueden hacer algo por la paz y también se muestran menos susceptibles de participar en acciones en favor de la paz.

El Manifiesto de Sevilla destaca la importancia de ayudar a los jóvenes a vincular su iniciativas a favor de la paz en todos los aspectos de su vida familiar y social, así como en sus relaciones profesionales, y dejar atrás ese mito que el ser humano es violento por naturaleza.

“La construcción de la paz empieza en la mente de los hombres: es la idea de un mundo nuevo. El respeto a los derechos humanos y delas libertades fundamentales, la comprensión, la tolerancia, la amistad entre todas las naciones, todos los grupos raciales y religiosos”.

Les recomiendo leer este Manifiesto de Sevilla que nos hace reflexionar y nos aclara que lo verdaderamente importante es la construcción dela paz entre los hombres.