/ martes 3 de noviembre de 2020

La "transformación" ignora a los pobres

Existen múltiples representaciones y formas para definir a la pobreza en el mundo y desde luego en México, así como una gran cantidad de métodos para medirla, no obstante, ello no se ha reflejado en la disminución de esta problemática social a dos años de la “política desarrollada de Primero los Pobres” que el gobierno de la cuarta “transformación” nos vendió durante la campaña de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Las causas de la pobreza en México son obvias, pero lamentablemente en la política de la “transformación” han sido totalmente ignoradas.

Habitualmente los gobernantes abusan del poder y hacen cree que la pobreza es consecuencia directa del tipo de actitud de las personas que la sufren, sumidas en un submundo carente de autoestima, de conciencia y de aptitud para el trabajo. Esto lo repiten politiqueros cada vez que entran en campaña en busca de un hueso, a su vez, prometen combatirla con múltiples propuestas que solo se quedan en el limbo y la propaganda electoral. Plutarco afirmaba que "el desequilibrio entre los ricos y los pobres es la más antigua y la más fatal de las enfermedades de los países en desarrollo".

En México, nuestra grande y querida patria, míseramente los políticos usan a los pobres como capital político a cambio de dadivas e incluso son los primeros a los que olvidan, como se ha podido ver durante la pandemia. La gente más necesitada está perdiendo todo y siguen siendo ignorados por el gobierno federal. La errática política social y la desafortunada actuación de la administración morenista ante el imparable COVID-19 no solo ha acrecentado en número de infectados y muertos en nuestra nación, también ha sumergido a millones de personas en pobreza y pobreza extrema.

Los centros de salud gubernamentales saturados, sin medicamentos adecuados y pésimos servicios de salud tienen como resultado que son los pobres quienes se mueren primero. De cada diez enfermos que entran al sistema de seguridad social federal se mueren cinco, mientras que en los centros hospitalarios privados de cada 10 fallece uno, amén del viacrucis que viven día a día para simplemente recibir la atención. El abuso de servidores públicos contra la gente humilde no tiene llenadero, quienes por necesidad acuden a esos servicios públicos son timados, les piden dinero, tiene que comprar sus medicamentos, son maltratados psicológicamente y tienen que mendingar por su salud o la de sus familiares. Por su parte el personal médico trata de ser profesional y ético al brindar sus servicios, pero penosamente no cuenta con el apoyo de las autoridades y mucho menos con los materiales, equipo y medicamento necesarios. Como dicen…tenemos el gobierno que nos merecemos.


Existen múltiples representaciones y formas para definir a la pobreza en el mundo y desde luego en México, así como una gran cantidad de métodos para medirla, no obstante, ello no se ha reflejado en la disminución de esta problemática social a dos años de la “política desarrollada de Primero los Pobres” que el gobierno de la cuarta “transformación” nos vendió durante la campaña de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Las causas de la pobreza en México son obvias, pero lamentablemente en la política de la “transformación” han sido totalmente ignoradas.

Habitualmente los gobernantes abusan del poder y hacen cree que la pobreza es consecuencia directa del tipo de actitud de las personas que la sufren, sumidas en un submundo carente de autoestima, de conciencia y de aptitud para el trabajo. Esto lo repiten politiqueros cada vez que entran en campaña en busca de un hueso, a su vez, prometen combatirla con múltiples propuestas que solo se quedan en el limbo y la propaganda electoral. Plutarco afirmaba que "el desequilibrio entre los ricos y los pobres es la más antigua y la más fatal de las enfermedades de los países en desarrollo".

En México, nuestra grande y querida patria, míseramente los políticos usan a los pobres como capital político a cambio de dadivas e incluso son los primeros a los que olvidan, como se ha podido ver durante la pandemia. La gente más necesitada está perdiendo todo y siguen siendo ignorados por el gobierno federal. La errática política social y la desafortunada actuación de la administración morenista ante el imparable COVID-19 no solo ha acrecentado en número de infectados y muertos en nuestra nación, también ha sumergido a millones de personas en pobreza y pobreza extrema.

Los centros de salud gubernamentales saturados, sin medicamentos adecuados y pésimos servicios de salud tienen como resultado que son los pobres quienes se mueren primero. De cada diez enfermos que entran al sistema de seguridad social federal se mueren cinco, mientras que en los centros hospitalarios privados de cada 10 fallece uno, amén del viacrucis que viven día a día para simplemente recibir la atención. El abuso de servidores públicos contra la gente humilde no tiene llenadero, quienes por necesidad acuden a esos servicios públicos son timados, les piden dinero, tiene que comprar sus medicamentos, son maltratados psicológicamente y tienen que mendingar por su salud o la de sus familiares. Por su parte el personal médico trata de ser profesional y ético al brindar sus servicios, pero penosamente no cuenta con el apoyo de las autoridades y mucho menos con los materiales, equipo y medicamento necesarios. Como dicen…tenemos el gobierno que nos merecemos.