/ domingo 17 de julio de 2022

La semana de las renuncias al mejor trabajo del mundo

Después de recibir más de 50 dimisiones de funcionarios y legisladores del Partido Conservador, el líder de este partido y primer ministro británico Boris Johnson renunció a su cargo el pasado 7 de julio. Tras una serie de escándalos que van desde fiestas realizadas en Downing Street durante los confinamientos del COVID, hasta acusaciones a su vicejefe de bancada por haber manoseado a dos invitados durante una cena, el operador de la salida del Reino Unido de la Unión Europea que ha sido calificada como un rotundo fracaso por integrantes de su propio partido, dijo en su discurso que deja “el mejor trabajo del mundo” y que “nadie es indispensable en la política”.

Del otro lado del planeta, el 14 de julio Gotabaya Rajapaksa renunció por correo electrónico a su cargo como presidente de Sri Lanka tras huir a Singapur después de una serie de protestas y manifestaciones que terminaron con la toma de la residencia presidencial e imágenes de los manifestantes nadando plácidamente en la piscina. La razón de las protestas fue la grave crisis financiera provocada por el impulso irracional del hoy expresidente a la agricultura orgánica que habría dejado en el desamparo a los agricultores y al borde de la hambruna a los ceilaneses, aunada a un pésimo manejo fiscal, y a la caída del turismo provocada tanto por las restricciones de viajes por el COVID como por los atentados perpetrados en 2019 que disminuyeron la llegada de turistas. Unos días antes de las protestas, Rajapaksa anunció que ya no tenía dinero para pagar las importaciones de comida, medicinas y combustible, y prohibió la venta de gasolina y diésel a particulares.

Y regresando a Europa, también el 14 de julio Mario Draghi presentó su renuncia como primer ministro de Italia, quien encabezaba desde febrero de 2021 un gobierno de unidad que empezó a desmoronarse por el apoyo irrestricto de Draghi a las medidas de la OTAN contra Rusia, como el envío de armamento italiano a Ucrania duramente criticado por la coalición gobernante conocida como M5S. La crisis estalla cuando el ex dirigente del Banco Central Europeo pierde el apoyo de los senadores del M5S para pasar un decreto que incluía una serie de ayudas económicas para familias y empresas para hacer frente a la crisis financiera italiana que fue considerado como insuficiente por sus otrora aliados.

Aunque aparentemente serían muy diferentes las razones por las que estos gobernantes han renunciado a sus cargos, el común denominador es la crisis financiera y la terrible inflación por la que está atravesando el mundo gracias tanto a las absurdas medidas tomadas contra el COVID que han demostrado su total ineficacia sanitaria y que pusieron en jaque a las economías de prácticamente todo el orbe, como a las sanciones impuestas por la OTAN y Occidente a Rusia que no han hecho otra cosa que profundizar la crisis económica global.

De seguir así las cosas seguramente veremos muchas renuncias más al mejor trabajo del mundo en los próximos meses.


Después de recibir más de 50 dimisiones de funcionarios y legisladores del Partido Conservador, el líder de este partido y primer ministro británico Boris Johnson renunció a su cargo el pasado 7 de julio. Tras una serie de escándalos que van desde fiestas realizadas en Downing Street durante los confinamientos del COVID, hasta acusaciones a su vicejefe de bancada por haber manoseado a dos invitados durante una cena, el operador de la salida del Reino Unido de la Unión Europea que ha sido calificada como un rotundo fracaso por integrantes de su propio partido, dijo en su discurso que deja “el mejor trabajo del mundo” y que “nadie es indispensable en la política”.

Del otro lado del planeta, el 14 de julio Gotabaya Rajapaksa renunció por correo electrónico a su cargo como presidente de Sri Lanka tras huir a Singapur después de una serie de protestas y manifestaciones que terminaron con la toma de la residencia presidencial e imágenes de los manifestantes nadando plácidamente en la piscina. La razón de las protestas fue la grave crisis financiera provocada por el impulso irracional del hoy expresidente a la agricultura orgánica que habría dejado en el desamparo a los agricultores y al borde de la hambruna a los ceilaneses, aunada a un pésimo manejo fiscal, y a la caída del turismo provocada tanto por las restricciones de viajes por el COVID como por los atentados perpetrados en 2019 que disminuyeron la llegada de turistas. Unos días antes de las protestas, Rajapaksa anunció que ya no tenía dinero para pagar las importaciones de comida, medicinas y combustible, y prohibió la venta de gasolina y diésel a particulares.

Y regresando a Europa, también el 14 de julio Mario Draghi presentó su renuncia como primer ministro de Italia, quien encabezaba desde febrero de 2021 un gobierno de unidad que empezó a desmoronarse por el apoyo irrestricto de Draghi a las medidas de la OTAN contra Rusia, como el envío de armamento italiano a Ucrania duramente criticado por la coalición gobernante conocida como M5S. La crisis estalla cuando el ex dirigente del Banco Central Europeo pierde el apoyo de los senadores del M5S para pasar un decreto que incluía una serie de ayudas económicas para familias y empresas para hacer frente a la crisis financiera italiana que fue considerado como insuficiente por sus otrora aliados.

Aunque aparentemente serían muy diferentes las razones por las que estos gobernantes han renunciado a sus cargos, el común denominador es la crisis financiera y la terrible inflación por la que está atravesando el mundo gracias tanto a las absurdas medidas tomadas contra el COVID que han demostrado su total ineficacia sanitaria y que pusieron en jaque a las economías de prácticamente todo el orbe, como a las sanciones impuestas por la OTAN y Occidente a Rusia que no han hecho otra cosa que profundizar la crisis económica global.

De seguir así las cosas seguramente veremos muchas renuncias más al mejor trabajo del mundo en los próximos meses.