/ martes 11 de enero de 2022

La salud del Presidente

Durante su conferencia de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se presentó en mal estado de salud.

Dijo que tenía gripe y que no pensaba que se trataba de Covid, pero eventualmente se haría la prueba.

Pero por la tarde, a las 18:05 horas, el mandatario anunció que había salido positivo en la prueba del mortal virus.

Es lógico pensar que toda persona está en riesgo de contagio, pero lo está mucho más un servidor público.

Se trata de la segunda ocasión en que López Obrador se contagia. Hoy ya tiene dos vacunas y el refuerzo.

Nadie en su sano juicio desea que le vaya mal al presidente. Su salud es razón de Estado; es seguridad nacional.

Y como tal debe verse. No lo observó así el Presidente. Nunca alentó el uso del cubrebocas. Por el contrario, fue uno de sus principales detractores.

Siempre ha remado a contracorriente de la mayoría de los gobernantes internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más aún, tampoco ha seguido las recomendaciones de las autoridades más cercanas, como la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

La inquilina del viejo Palacio del Ayuntamiento dijo que no era necesaria una prueba, pero ante cualquier síntoma lo mejor era aislarse.

El presidente no lo hizo así. Habló en la mañana ante los reporteros que cubren sus actividades en el Salón Tesorería, amplio sí, pero sin ventilación.

No se aisló. Prefirió seguir con sus actividades, pese a la alerta de algunos de sus colaboradores que ya se habían contagiado como la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier.

¿Cuántas personas más estuvieron en el entorno del presidente en las últimas horas? ¿Su esposa? ¿Su hijo menor? ¿Qué funcionarios? ¿Cuántos reporteros?

El caso es que todos deben tomar sus debidas precauciones. ¿Aislarse como recomienda Sheinbaum sin hacerse una prueba? ¿Ella hará lo mismo?

Pero aquí entra de nuevo una interrogante sobre el estado que guarda la salud del presidente. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Nadie sabe qué otros padecimientos tiene.

Lo que sí se sabe es que desde hace tiempo se suministra medicamentos. Antes de asumir como presidente, su anterior vocero César Yáñez le recordaba la hora para tomarlos.

No es lo mismo ser candidato que presidente. Urgente que los mexicanos conozcan el verdadero estado de salud del mandatario. Por seguridad nacional.

PROSPECCIÓN… Ante esta cuarta ola de contagios, urge que las autoridades dejen de engañar a la población y no la expongan al letal virus, declaró la senadora Kenia López Rabadán durante su conferencia de prensa “La Contramañanera”. La falsa narrativa que se da desde el gobierno, cobrará muchas vidas más si no la toman como lo que es: una emergencia sanitaria, alertó al señalar que los contagios por Ómicron están acercando a México a sus máximos históricos, y criticó que los gobiernos de Morena sigan pasivos ante esta nueva ola.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

Durante su conferencia de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se presentó en mal estado de salud.

Dijo que tenía gripe y que no pensaba que se trataba de Covid, pero eventualmente se haría la prueba.

Pero por la tarde, a las 18:05 horas, el mandatario anunció que había salido positivo en la prueba del mortal virus.

Es lógico pensar que toda persona está en riesgo de contagio, pero lo está mucho más un servidor público.

Se trata de la segunda ocasión en que López Obrador se contagia. Hoy ya tiene dos vacunas y el refuerzo.

Nadie en su sano juicio desea que le vaya mal al presidente. Su salud es razón de Estado; es seguridad nacional.

Y como tal debe verse. No lo observó así el Presidente. Nunca alentó el uso del cubrebocas. Por el contrario, fue uno de sus principales detractores.

Siempre ha remado a contracorriente de la mayoría de los gobernantes internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más aún, tampoco ha seguido las recomendaciones de las autoridades más cercanas, como la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

La inquilina del viejo Palacio del Ayuntamiento dijo que no era necesaria una prueba, pero ante cualquier síntoma lo mejor era aislarse.

El presidente no lo hizo así. Habló en la mañana ante los reporteros que cubren sus actividades en el Salón Tesorería, amplio sí, pero sin ventilación.

No se aisló. Prefirió seguir con sus actividades, pese a la alerta de algunos de sus colaboradores que ya se habían contagiado como la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier.

¿Cuántas personas más estuvieron en el entorno del presidente en las últimas horas? ¿Su esposa? ¿Su hijo menor? ¿Qué funcionarios? ¿Cuántos reporteros?

El caso es que todos deben tomar sus debidas precauciones. ¿Aislarse como recomienda Sheinbaum sin hacerse una prueba? ¿Ella hará lo mismo?

Pero aquí entra de nuevo una interrogante sobre el estado que guarda la salud del presidente. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Nadie sabe qué otros padecimientos tiene.

Lo que sí se sabe es que desde hace tiempo se suministra medicamentos. Antes de asumir como presidente, su anterior vocero César Yáñez le recordaba la hora para tomarlos.

No es lo mismo ser candidato que presidente. Urgente que los mexicanos conozcan el verdadero estado de salud del mandatario. Por seguridad nacional.

PROSPECCIÓN… Ante esta cuarta ola de contagios, urge que las autoridades dejen de engañar a la población y no la expongan al letal virus, declaró la senadora Kenia López Rabadán durante su conferencia de prensa “La Contramañanera”. La falsa narrativa que se da desde el gobierno, cobrará muchas vidas más si no la toman como lo que es: una emergencia sanitaria, alertó al señalar que los contagios por Ómicron están acercando a México a sus máximos históricos, y criticó que los gobiernos de Morena sigan pasivos ante esta nueva ola.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx