Al final de la disputa por el control de Morena, ésta quedó en manos del influyente integrante del gabinete presidencial: Marcelo Ebrard.
Esto le permitirá maniobrar -a través de Mario Delgado- primero en el reparto de candidaturas para el 2021 y después el 2024.
Para quienes conocen a Andrés Manuel López Obrador y a Ebrard, no sorprende el resultado de la encuesta que dio el triunfo a Delgado.
La relación entre ambos políticos data desde la época en que López Obrador protestaba en el Zócalo.
El operador nato era Marcelo, quien se desempeñaba como secretario de gobierno en la regencia de Manuel Camacho Solís.
Marcelo ordenaba pagarles el viaje de regreso a Tabasco, además de entregarles maletas atestadas de billetes.
Con el tiempo, López Obrador se hizo jefe de gobierno. Tuvo como principal asesor a Camacho Solís y adoptó a Marcelo.
En un aparente pacto no escrito, Ebrard sucedió a López Obrador en la jefatura de gobierno. El resto es de sobra conocido.
Pero el año 2012 fue clave. Marcelo declinó a favor de Andrés Manuel candidato a la Presidencia. ¿Qué pactaron? No se sabe a la fecha.
Pero hoy hay claridad al respecto. Delgado es el político consentido de Marcelo y por tanto es quien trazará sin problema la ruta de su candidatura para el 2024.
Este es un breve panorama de la transexenal relación entre López Obrador y Ebrard.
PROSPECCIÓN… Algo pasa en Yucatán que limita la visión política del gobernador Mauricio Vila, quien permite que el ex priista Roger Torres, actual secretario de Desarrollo Social, con la vista puesta en la elección del 2021, incorpore a su equipo a personas que carecen del mínimo reconocimiento público como es la ex candidata a la alcaldía de Progreso en 2018, María del Carmen Ordaz Martínez, quien recién fue designada subsecretaria de Infraestructura Social. Lo que llama la atención es que ella ocupe una cartera tan estratégica ante el próximo proceso electoral, cuando dicen que sólo responde a los intereses de su esposo José Blanco.
Twitter: @JoelSaucedo
