/ martes 26 de marzo de 2019

La Pejemoña

Sorprendido y con rostro molesto, se le vio al Presidente Andrés Manuel López Obrador, este sábado pasado, en la inauguración del ahora conocido “Diamante de fuego”, cuando durante su propia transmisión en vivo, se empezó escuchar monumental rechifla y abucheos, mientras caminaba al lado del empresario Alfredo Harp Helú y de Ana Guevara, cuya cara reflejaba enorme tensión.

De inmediato, en las “benditas” redes sociales, ni tardos ni perezosos, la oposición de sofá festinaba la rechifla, y aprovechaba de manera burda para especular las razones por las cuales miles de almas abucheaban al Presidente.

Del otro lado, los fanáticos de López Obrador, tuiteaban que se trataba de un acto orquestado, preparado por la mafia del poder, para incomodar al invitado de honor; hubo hasta quien se atreviera a culpar a Meade -quien se tomó sonriente una selfie- señalándolo de armar maquiavélicamente todo el numerito.

Lo cierto, y hay que destacarlo, es que fue el propio Presidente -es decir su equipo de comunicación social-, quien compartió a través del Periscope la transmisión en tiempo real, y ahí se observaba que no se trataba de algunos cuantos, tanto, que muy claramente se escuchaba lo que le gritaban al Presidente, y tan fue así, que inusual a su costumbre, dio un muy breve mensaje, reconociendo los abucheos que estaba recibiendo.

Es sin duda un duro golpe, que en la inauguración del estadio de su deporte favorito, en la ciudad que lo catapultó como jefe de Gobierno y hoy como Presidente de la República, se le recibiera así al Primer Mandatario.

Y aquí resaltó lo que le he escrito en otras columnas: ¿tiene equipo el Presidente? ¿Nadie fue capaz de anticiparle una rechifla de ese tamaño? Quizás por eso también se notaba con talante serio el alcalde Armando Quintero, y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Novatez y soberbia, es lo que reflejan varios de los cercanos al Presidente; supongo que esta rechifla, ayudará en que se bajen de la borrachera del poder, y vean que la luna de miel ya se está terminando.

@floresaquino

Sorprendido y con rostro molesto, se le vio al Presidente Andrés Manuel López Obrador, este sábado pasado, en la inauguración del ahora conocido “Diamante de fuego”, cuando durante su propia transmisión en vivo, se empezó escuchar monumental rechifla y abucheos, mientras caminaba al lado del empresario Alfredo Harp Helú y de Ana Guevara, cuya cara reflejaba enorme tensión.

De inmediato, en las “benditas” redes sociales, ni tardos ni perezosos, la oposición de sofá festinaba la rechifla, y aprovechaba de manera burda para especular las razones por las cuales miles de almas abucheaban al Presidente.

Del otro lado, los fanáticos de López Obrador, tuiteaban que se trataba de un acto orquestado, preparado por la mafia del poder, para incomodar al invitado de honor; hubo hasta quien se atreviera a culpar a Meade -quien se tomó sonriente una selfie- señalándolo de armar maquiavélicamente todo el numerito.

Lo cierto, y hay que destacarlo, es que fue el propio Presidente -es decir su equipo de comunicación social-, quien compartió a través del Periscope la transmisión en tiempo real, y ahí se observaba que no se trataba de algunos cuantos, tanto, que muy claramente se escuchaba lo que le gritaban al Presidente, y tan fue así, que inusual a su costumbre, dio un muy breve mensaje, reconociendo los abucheos que estaba recibiendo.

Es sin duda un duro golpe, que en la inauguración del estadio de su deporte favorito, en la ciudad que lo catapultó como jefe de Gobierno y hoy como Presidente de la República, se le recibiera así al Primer Mandatario.

Y aquí resaltó lo que le he escrito en otras columnas: ¿tiene equipo el Presidente? ¿Nadie fue capaz de anticiparle una rechifla de ese tamaño? Quizás por eso también se notaba con talante serio el alcalde Armando Quintero, y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Novatez y soberbia, es lo que reflejan varios de los cercanos al Presidente; supongo que esta rechifla, ayudará en que se bajen de la borrachera del poder, y vean que la luna de miel ya se está terminando.

@floresaquino