/ lunes 8 de julio de 2019

LA 4T NO ESTÁ PAGANDO

Una cosa es que todo lo quieran curar con Naproxeno los médicos del sector salud mexicano, y otra muy distinta que al salir de consulta le digan a todo aquél que pide medicinas, con una cara de fastidio, que no hay en la farmacia ese producto solicitado y que le sugieren comprarlo, porque seguramente no llegará pronto.Si hay dinero en la bolsa, a buscar la cura. Si no, a sufrir por la falta de remedio en silencio, con toda la impotencia que implica ser pobre y estar enfermo.

El sector salud está en terapia intensiva, las deudas no lo dejan respirar y eso ha causado daños colaterales. En el ISSSTE, a cargo de Luis Antonio Ramírez Pineda, hay rezago de inversión en infraestructura y equipo médico, saturación de instalaciones, falta de especialistas, deficiente atención y se frenó el pago a proveedores.

El diagnóstico no es alentador, los daños no sólo son a los 13 millones de derechohabientes, sino a la economía del país porque las deudas del Instituto han atentado contra las empresas mexicanas al dejar de pagarles por bienes o servicios que ya entregaron. Esto explica en buena medida el por qué 62 por ciento de la licitación para la compra consolidada de medicamentos para el segundo semestre de 2019 fue declarado desierto. No hubo ofertas para mil 923 claves de medicinas y material de curación.

¿Será que la industria está preocupada por la falta de pagos?

Claro, cualquiera lo estaría si conoce casos como el de Comercializadora Pentamed, una empresa100 por ciento mexicana a la que el ISSSTE le debe al menos 170 millones de pesos y en que va del año no ha recibido ni un peso de pago, lo que ya puso en riesgo el cumplimiento de sus compromisos con proveedores, así como la permanencia de sus poco más de 200 empleos directos.

Sin duda, lo que debe saber el presidente Andrés Manuel López Obrador, es que Pentamed no ha recurrido a órganos jurisdiccionales porque quiere agotar todas las instancias de diálogo con el Instituto. No obstante, se sabe que los representantes de la empresa han enviado peticiones y buscado conciliaciones sin que al momento hayan tenido éxito. Es una empresa, es un caso que viven varios empresarios.Muchos casos comenzarán a hacerse públicos.

Justo esta semana,la distribuidora de medicamentos solicitará al Presidente y a la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, que revisen su situación, pues se quedaron sin recursos para liquidar la nómina de sus empleados y el pago de proveedores, lo que sin duda es una señal de alarma para una empresa que opera por la derecha.

Se debe considerar que la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS)estima que esta industria genera aproximadamente 0.8 por ciento del PIB nacional y genera 96 mil empleos directos y unos 500 mil indirectos. A la par,se calcula que Ramírez Pineda heredó un pasivo de 20 mil millones de pesos, la mayoría por adeudos a proveedores, así que la 4T tiene una labor titánica para cuidar de la salud, no solamente financiera de sus instituciones, sino la salud de los habitantes de México que menos tienen.

Una cosa es que todo lo quieran curar con Naproxeno los médicos del sector salud mexicano, y otra muy distinta que al salir de consulta le digan a todo aquél que pide medicinas, con una cara de fastidio, que no hay en la farmacia ese producto solicitado y que le sugieren comprarlo, porque seguramente no llegará pronto.Si hay dinero en la bolsa, a buscar la cura. Si no, a sufrir por la falta de remedio en silencio, con toda la impotencia que implica ser pobre y estar enfermo.

El sector salud está en terapia intensiva, las deudas no lo dejan respirar y eso ha causado daños colaterales. En el ISSSTE, a cargo de Luis Antonio Ramírez Pineda, hay rezago de inversión en infraestructura y equipo médico, saturación de instalaciones, falta de especialistas, deficiente atención y se frenó el pago a proveedores.

El diagnóstico no es alentador, los daños no sólo son a los 13 millones de derechohabientes, sino a la economía del país porque las deudas del Instituto han atentado contra las empresas mexicanas al dejar de pagarles por bienes o servicios que ya entregaron. Esto explica en buena medida el por qué 62 por ciento de la licitación para la compra consolidada de medicamentos para el segundo semestre de 2019 fue declarado desierto. No hubo ofertas para mil 923 claves de medicinas y material de curación.

¿Será que la industria está preocupada por la falta de pagos?

Claro, cualquiera lo estaría si conoce casos como el de Comercializadora Pentamed, una empresa100 por ciento mexicana a la que el ISSSTE le debe al menos 170 millones de pesos y en que va del año no ha recibido ni un peso de pago, lo que ya puso en riesgo el cumplimiento de sus compromisos con proveedores, así como la permanencia de sus poco más de 200 empleos directos.

Sin duda, lo que debe saber el presidente Andrés Manuel López Obrador, es que Pentamed no ha recurrido a órganos jurisdiccionales porque quiere agotar todas las instancias de diálogo con el Instituto. No obstante, se sabe que los representantes de la empresa han enviado peticiones y buscado conciliaciones sin que al momento hayan tenido éxito. Es una empresa, es un caso que viven varios empresarios.Muchos casos comenzarán a hacerse públicos.

Justo esta semana,la distribuidora de medicamentos solicitará al Presidente y a la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, que revisen su situación, pues se quedaron sin recursos para liquidar la nómina de sus empleados y el pago de proveedores, lo que sin duda es una señal de alarma para una empresa que opera por la derecha.

Se debe considerar que la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS)estima que esta industria genera aproximadamente 0.8 por ciento del PIB nacional y genera 96 mil empleos directos y unos 500 mil indirectos. A la par,se calcula que Ramírez Pineda heredó un pasivo de 20 mil millones de pesos, la mayoría por adeudos a proveedores, así que la 4T tiene una labor titánica para cuidar de la salud, no solamente financiera de sus instituciones, sino la salud de los habitantes de México que menos tienen.