/ jueves 29 de julio de 2021

Intolerante a la crítica

Para el Presidente Andrés Manuel López Obrador el periodismo “es una vergüenza”. Sobra decir que nunca le ha agradado la crítica.

Siempre –desde su época de jefe de gobierno- ha confundido la crítica con los ataques.

En todo momento el Presidente ve en su contra conspiraciones, complots, intrigas, conjuras, confabulaciones y demás sinónimos que existan.

Todo es culpa de los medios de comunicación. Así lo asegura. Por eso creó una sección de la mañanera para supuestamente desmentir “informaciones engañosas”.

Tan sólo ayer el mandatario se expresó así: hay “decadencia del periodismo en México”; “no hay el mínimo equilibrio, el que estén todos (…) atacándonos”.

En el pasado –añadió- “se dedicaban a aplaudir y a callar como vasallos”. Y dijo que los “ataques” son porque ya no hay subvención, es decir, chayote.

Más: “estamos padeciendo de estos ataques”; con una “actitud completamente inmoral”; “en vez de informar manipula (n) y pretende (n) incidir en la opinión de la gente”. ¿Acaso los medios no generan opinión?

Esas informaciones son “tóxicas” y generan “odio”. No hay ética y tienen como máxima “la calumnia”, sostuvo.

Así se expresa el Presidente que presume a los cuatro vientos respetar la libertad de expresión y el derecho a resentir.

¿Y entonces por qué inventó la sección Quién es quién en las mentiras para atacar a la prensa? ¿Y por qué puso al frente a la improvisada Ana Elizabeth García Vilchis?

Es improvisada porque en su presentación de ayer confundió lo que llamó “información engañosa y maliciosa”, con análisis de contenido.

Previamente aclaró lo que nunca ha sucedido en Palacio Nacional: “en este espacio no se cuestionan opiniones ni críticas”. Mintió. Es todo lo opuesto.

Y agregó: “aquí no se denigra el trabajo periodístico, se cuestionan y exhiben las mentiras y la corrupción”. Otra falsedad.

Pronto cayó en otra contradicción. Dijo que el último artículo de opinión de The Economist, es “un ejemplo de cómo se crean noticias engañosas”. ¿Por fin?

El enojo consistió en que el medio de comunicación británico, comparó a López Obrador con el cómico Cantinflas, por la confusa e inentendible pregunta para la consulta del próximo domingo.

García Vilchis –siempre bajo la inquisidora mirada del Presidente- dijo que de ese artículo de opinión derivaron 73 “notas negativas” en prensa, radio, televisión, columnas y artículos de opinión.

Lo que en realidad sucedió es que los medios de comunicación sólo replicaron la crítica de The Economist, calificado por López Obrador como “pasquín”. De ahí derivaron las supuestas “notas negativas”.

Mencionó que en la última semana se revisaron las publicaciones de 543 medios de comunicación a nivel nacional.

Según su “análisis de tendencias”, reportó 109 notas negativas sobre la crítica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “al supuesto estigma” a los periodistas por López Obrador. Difícilmente le podrían resultar notas positivas.

También incluyó 110 “notas negativas” de la postura de la Coparmex que señaló como “mala estrategia” el proyecto de la empresa estatal Gas Bienestar.

Después detalló las notas negativas en los principales diarios de circulación nacional, así como en los programas de radio y televisión.

Pero lo que en realidad presentó García Vilchis, fue un análisis de contenido, que cualquier estudiante de periodismo lo haría con los ojos cerrados, sin caer en calificativos.

Además, señaló como “información engañosa y tendenciosa” las notas negativas, sólo porque no hablan bien del Presidente.

De acuerdo a ese análisis, en Palacio Nacional deberían pegar el grito en el cielo, porque tantas notas negativas, son un claro indicativo del fallido gobierno de López Obrador.

¿De qué le sirve al Presidente hablar bastante todos los días, si él y sus estrategas no logran que esas notas negativas se conviertan en positivas?

Pero está claro que la intolerancia a la crítica es el sello de Palacio Nacional.

PROSPECCIÓN… El reporte de ayer de la Secretaría de Salud, señala que en las 24 horas anteriores se habían registrado 537 defunciones, para un total de 239 mil 079.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

Para el Presidente Andrés Manuel López Obrador el periodismo “es una vergüenza”. Sobra decir que nunca le ha agradado la crítica.

Siempre –desde su época de jefe de gobierno- ha confundido la crítica con los ataques.

En todo momento el Presidente ve en su contra conspiraciones, complots, intrigas, conjuras, confabulaciones y demás sinónimos que existan.

Todo es culpa de los medios de comunicación. Así lo asegura. Por eso creó una sección de la mañanera para supuestamente desmentir “informaciones engañosas”.

Tan sólo ayer el mandatario se expresó así: hay “decadencia del periodismo en México”; “no hay el mínimo equilibrio, el que estén todos (…) atacándonos”.

En el pasado –añadió- “se dedicaban a aplaudir y a callar como vasallos”. Y dijo que los “ataques” son porque ya no hay subvención, es decir, chayote.

Más: “estamos padeciendo de estos ataques”; con una “actitud completamente inmoral”; “en vez de informar manipula (n) y pretende (n) incidir en la opinión de la gente”. ¿Acaso los medios no generan opinión?

Esas informaciones son “tóxicas” y generan “odio”. No hay ética y tienen como máxima “la calumnia”, sostuvo.

Así se expresa el Presidente que presume a los cuatro vientos respetar la libertad de expresión y el derecho a resentir.

¿Y entonces por qué inventó la sección Quién es quién en las mentiras para atacar a la prensa? ¿Y por qué puso al frente a la improvisada Ana Elizabeth García Vilchis?

Es improvisada porque en su presentación de ayer confundió lo que llamó “información engañosa y maliciosa”, con análisis de contenido.

Previamente aclaró lo que nunca ha sucedido en Palacio Nacional: “en este espacio no se cuestionan opiniones ni críticas”. Mintió. Es todo lo opuesto.

Y agregó: “aquí no se denigra el trabajo periodístico, se cuestionan y exhiben las mentiras y la corrupción”. Otra falsedad.

Pronto cayó en otra contradicción. Dijo que el último artículo de opinión de The Economist, es “un ejemplo de cómo se crean noticias engañosas”. ¿Por fin?

El enojo consistió en que el medio de comunicación británico, comparó a López Obrador con el cómico Cantinflas, por la confusa e inentendible pregunta para la consulta del próximo domingo.

García Vilchis –siempre bajo la inquisidora mirada del Presidente- dijo que de ese artículo de opinión derivaron 73 “notas negativas” en prensa, radio, televisión, columnas y artículos de opinión.

Lo que en realidad sucedió es que los medios de comunicación sólo replicaron la crítica de The Economist, calificado por López Obrador como “pasquín”. De ahí derivaron las supuestas “notas negativas”.

Mencionó que en la última semana se revisaron las publicaciones de 543 medios de comunicación a nivel nacional.

Según su “análisis de tendencias”, reportó 109 notas negativas sobre la crítica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “al supuesto estigma” a los periodistas por López Obrador. Difícilmente le podrían resultar notas positivas.

También incluyó 110 “notas negativas” de la postura de la Coparmex que señaló como “mala estrategia” el proyecto de la empresa estatal Gas Bienestar.

Después detalló las notas negativas en los principales diarios de circulación nacional, así como en los programas de radio y televisión.

Pero lo que en realidad presentó García Vilchis, fue un análisis de contenido, que cualquier estudiante de periodismo lo haría con los ojos cerrados, sin caer en calificativos.

Además, señaló como “información engañosa y tendenciosa” las notas negativas, sólo porque no hablan bien del Presidente.

De acuerdo a ese análisis, en Palacio Nacional deberían pegar el grito en el cielo, porque tantas notas negativas, son un claro indicativo del fallido gobierno de López Obrador.

¿De qué le sirve al Presidente hablar bastante todos los días, si él y sus estrategas no logran que esas notas negativas se conviertan en positivas?

Pero está claro que la intolerancia a la crítica es el sello de Palacio Nacional.

PROSPECCIÓN… El reporte de ayer de la Secretaría de Salud, señala que en las 24 horas anteriores se habían registrado 537 defunciones, para un total de 239 mil 079.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx