/ miércoles 1 de junio de 2022

Infierno en la ciudad

Ahogada, asfixiada, caliente y muy contaminada es como estuvo la Ciudad de México el pasado mes de mayo, por las manifestaciones, cierres, protestas y marchas que padecimos en nuestra ciudad.

Las pérdidas económicas por este caos son millonarias, pues para que haya productividad necesitamos movilidad, que no obstante se da en automotores, y aquellos puristas que salen con que hay que usar el transporte público o andar en bicicleta, solo hay que ver cómo están en horarios pico o como a la hora de la pedaleada respiramos puro smog, o el número de atropellados diarios.

Que decir de los policías de tránsito, que, en casi todos los cierres vehiculares, se la pasan tomando el refresco o comiendo la torta, o en el chisme entre ellos o en el celular, sin la vocación de informarnos cuales son las alternativas reales o por cuanto tiempo estarán cerradas las vialidades. Súmele que es en días laborales, entre semana, y en horario pico.

Le apuesto que todos los que nos enfrentamos a estos cierres vemos esta situación que les describo, y que no andamos paseándonos, sino trabajando, o más gravemente, trasladándonos por alguna necesidad de salud.

Increíblemente hay una Secretaría de Movilidad que se ocupa de todo menos de darle MOVILIDAD a nuestra ciudad. Lo peor, la falta de coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, en específico con la Policía de Tránsito, para darnos alternativas viales o armar operativos previamente que eviten nudos vehiculares o círculos viciosos.

Es decir, si vamos sobre Eje Central y está cerrado en Fray Servando ¿por qué no avisarnos desde Viaducto que tomemos alternativas?, o si vamos sobre Av. Monterrey y cierran Av. Chapultepec ¿por qué no anticiparnos desde Álvaro Obregón?

En lugar de estos operativos, vemos cierres absurdos de una calle, o alternativas que dan vuelta en círculo, y molestias en el personal de tránsito cuando se los dice. Si la autoridad no puede con un simple operativo, ya ni exigirles a nuestros diputados que se pongan a legislar sobre una realidad de nuestra ciudad: las marchas.

Y no se trata de prohibirlas (pa´ que no nos acusen de conservadores) sino de adaptarlas a nuestra realidad. Ejemplos, hay muchas en varias ciudades del mundo similares a la nuestra.

Éntrenle diputados, no le saquen, al fin no andamos en elecciones.

Twitter: @floresaquino

Ahogada, asfixiada, caliente y muy contaminada es como estuvo la Ciudad de México el pasado mes de mayo, por las manifestaciones, cierres, protestas y marchas que padecimos en nuestra ciudad.

Las pérdidas económicas por este caos son millonarias, pues para que haya productividad necesitamos movilidad, que no obstante se da en automotores, y aquellos puristas que salen con que hay que usar el transporte público o andar en bicicleta, solo hay que ver cómo están en horarios pico o como a la hora de la pedaleada respiramos puro smog, o el número de atropellados diarios.

Que decir de los policías de tránsito, que, en casi todos los cierres vehiculares, se la pasan tomando el refresco o comiendo la torta, o en el chisme entre ellos o en el celular, sin la vocación de informarnos cuales son las alternativas reales o por cuanto tiempo estarán cerradas las vialidades. Súmele que es en días laborales, entre semana, y en horario pico.

Le apuesto que todos los que nos enfrentamos a estos cierres vemos esta situación que les describo, y que no andamos paseándonos, sino trabajando, o más gravemente, trasladándonos por alguna necesidad de salud.

Increíblemente hay una Secretaría de Movilidad que se ocupa de todo menos de darle MOVILIDAD a nuestra ciudad. Lo peor, la falta de coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, en específico con la Policía de Tránsito, para darnos alternativas viales o armar operativos previamente que eviten nudos vehiculares o círculos viciosos.

Es decir, si vamos sobre Eje Central y está cerrado en Fray Servando ¿por qué no avisarnos desde Viaducto que tomemos alternativas?, o si vamos sobre Av. Monterrey y cierran Av. Chapultepec ¿por qué no anticiparnos desde Álvaro Obregón?

En lugar de estos operativos, vemos cierres absurdos de una calle, o alternativas que dan vuelta en círculo, y molestias en el personal de tránsito cuando se los dice. Si la autoridad no puede con un simple operativo, ya ni exigirles a nuestros diputados que se pongan a legislar sobre una realidad de nuestra ciudad: las marchas.

Y no se trata de prohibirlas (pa´ que no nos acusen de conservadores) sino de adaptarlas a nuestra realidad. Ejemplos, hay muchas en varias ciudades del mundo similares a la nuestra.

Éntrenle diputados, no le saquen, al fin no andamos en elecciones.

Twitter: @floresaquino