De nueva cuenta la alcaldía Tlalpan está en el ojo del huracán, y no es por la mala administración, ese es tema aparte, sino por la incontrolable violencia que se vive en la demarcación, está semana, un sujeto fue llevado a calles de la colonia Héroes de Padierna y con engaños, lo asaltaron y asesinaron.
El modos operandi ya está por demás sabido, ofertan vehículos a buen precio en internet y esperan a que el posible comprador caiga en el anzuelo para citarlo y despojarlo del poco o mucho dinero en efectivo que lleve en el momento, pero si se resiste, uno o dos disparos bastan para convencerlo.
El crimen de esta semana se suma a otros cuarto, al menos, que sucedieron en la misma zona en lo que va del año, los responsables, en todos los casos, han escapado sin que ninguna autoridad pueda impedirlo, quizá no sea por contubernio, sino por la incapacidad de reducir los índices delictivos.
Cerca de las 16:00 horas, sujetos citaron a una pareja de novios para venderles un automóvil Ibiza en 50 mil pesos, todo parecía ir en orden, solo que al lugar de la cita, no llegó el auto, pero si los “vendedores”, pero no con buenas intenciones.
“Ahorita llega mi hermano con el coche” le dijeron al comprador, pero lo que llegó minutos después fue un Tsuru blanco, identificado en otros ilícitos similares, con un grupo de personas armadas que a punta de pistola les exigieron el dinero.
Resistirse a entregar los 50 mil pesos, producto de su arduo trabajo, provocó que le dispararan en el pecho, y en minutos le arrebataran la existencia y el dinero, para luego, impunemente, escapar del lugar sin que nadie se les pusiera resistencia.
Esto es solo un poco de lo que sucede en la alcaldía, pues el narcomenudeo, el robo y otros delitos de alto impacto son el pan de cada día en muchas de las colonias de esta demarcación.
No muy diferente está Álvaro Obregón, apenas hace una semana un video donde disparaban al aire con armas largas, marcó el destino de al menos diez sujetos, quienes fueron detenidos tras un operativo de la Procuraduría capitalina, golpes de suerte o inteligencia, pero la delincuencia no se ve menguada.
