Patrulla Mexiquense
Hay alarma
A raíz del secuestro y asesinato de los jóvenes universitarios Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño que se dieron casi de manera simultánea, la preocupación y alarma entre los padres de familia en la Ciudad de México creció, al grado que se vive una auténtica psicosis, pues luego de ello se han dado a conocer de manera escalonada otros plagios de estudiantes.
Esto también ha prendido los focos rojos en la Ciudad de México, al grado que la jefa de gobierno ha llamado a realizar permanentes reuniones con su equipo de seguridad y tanto en la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México y en la Secretaría de Seguridad ya se dieron los primeros movimientos de altos jefes policíacos, pues evidentemente los que estaban no daban los resultados deseados, pues la inseguridad y los constantes hechos de violencia están rebasando a las autoridades de la ciudad de México en este caso a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quien en su momento pregonó como en su momento lo hizo Miguel Ángel Mancera que en la capital del país todo estaba bajo control y que no existían grupos criminales peligrosos y sanguinarios como en otras entidades y mucho menos organizaciones criminales dedicadas a la venta y distribución de droga que eran causantes de hechos de violencia por el control de la Plaza y ahora con los hechos se ve que esto no es verdad.
En el Estado de México ya se dieron casos semejantes, aunque aislados que no tuvieron un fin trágico como sucedió en la Ciudad de México con los dos jóvenes universitarios. Hace 15 años amigo lector el tristemente célebre Daniel Arizmendi “el mochaorejas” y otro delincuente conocido como “La víbora” mantuvieron en jaque a las autoridades del Estado de México y en ese entonces del Distrito Federal, por sus contantes secuestros.
“El mochaorejas” les cortaba la oreja a sus víctimas para presionar el pago del rescate, pero nunca las mataba solo en ocasiones “especiales”. “La víbora” las torturaba y filmaba para enviar los videos a los familiares y obligarlos a pagar el rescate, pero tampoco las mataba. Pero que cree amigo lector, las actividades ilícitas de estos delincuentes terminaron cuando se descubrió que altos jefes policíacos les brindaban protección y como resultado de los trabajos de investigación estos sujetos y sus protectores fueron detenidos y encarcelados.
Nos leemos el próximo domingo. alvarovem@hotamil,com