A tres años del actual sexenio, al Presidente Andrés Manuel López Obrador se le ha descompuesto el gobierno. Está fuera de control.
Su carácter irascible lo ha convertido a un hombre solo en Palacio Nacional; él mismo ha alejado a sus cercanos.
Lo abandonó su asesor económico Alfonso Romo; también su consejero jurídico y político, Julio Scherer.
A César Yáñez, su amigo personal por más de 20 años, lo hizo a un lado, pese a haber sido su confidente y quien le cuidaba los horarios para consumir sus medicamentos.
Lázaro Cárdenas Batel, poco o nada influye en las decisiones del mandatario, lo mismo que su vocero Jesús Ramírez y su particular Alejandro Esquer.
El eje de las decisiones del Presiente es la conferencia de las mañanas y las giras donde presume su buena relación con los gobernadores de oposición.
Así es como se explica que diga a los cuatro vientos que ha invitado a tal o cual gobernador priista o panista a sumarse a su gabinete.
Pero hay otro grupo de mandatarios estatales que están por concluir su gestión y que buscan cargos en la 4T que alcanzan nivel de secretarías de Estado.
Algunos ya se hacen despachando en la secretaría del Trabajo o Comunicaciones y Transportes, como sucede con Jaime Bonilla de Baja California.
Otros aprovechan la polémica de la reforma eléctrica para moverle el tapete al director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz.
Mientras eso sucede en el primer círculo del Presidente, los aspirantes a sucederlo, han elevado el nivel del golpeteo político.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum ha culpado al equipo del canciller Marcelo Ebrard de la tragedia de La Línea 12 del Metro.
Pero Ebrard se mueve en dos pistas. Trabaja en suceder a López Obrador apoyado por Morena y su dirigente Mario Delgado.
Sin embargo, hay versiones periodísticas que lo ubican como candidato de un frente opositor al gobierno que pertenece. No es descabellado.
Pero esa tesis tiene sus escollos entre los jerarcas del PRI y PAN. Por ejemplo, para nadie es desconocido que el dirigente priista Alejandro Moreno, tiene en mente la candidatura presidencial.
En cuanto al senador Ricardo Monreal ya no se le ve en fotografías sonriente desayunando chilaquiles con el político de Tabasco.
Aunque cada vez son más fuertes las versiones de la irrupción de Andrés López Beltrán en las decisiones políticas, en especial en la Ciudad de México.
No son pocos los que le atribuyen a Andy las designaciones de Paola Félix y de José Luis Rodríguez Díaz de León, al frente de las secretarías de Turismo y Trabajo, respectivamente en el gabinete de Sheinbaum.
De ser cierta esa versión serían nulas las posibilidades de Martí Batres como aspirante a suceder a Sheinbaum.
Es lógico pensar que el nombre de quien suceda a Claudia, se lo reservará López Obrador. Hasta ahora las señales apuntan a las oficinas de Constituyentes.
PROSPECCIÒN… Quien aún no sale del huracán de la pandemia y anda metido en otros problemas, es el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell. ¿Cuánto tiempo pasará para que le estalle la bomba?
Twitter: @JoelSaucedo
