La adelantada sucesión presidencial está en la ruta de una gran fractura al interior de Morena.
Los golpes bajos contra del líder senatorial, Ricardo Monreal lo han orillado al despeñadero.
Tres poderosos bloques se han conformado en torno a tres aspirantes a la Presidencia.
Los más fuertes los encabezan los punteros Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.
El más débil, pero no menos peligroso es el que liderea Monreal.
A Montreal se le fueron encima cuando se confrontó con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
La contraofensiva de García se dio con la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política, José Manuel del Río Vírgen.
Todo porque el zacatecano respaldó la creación de la Comisión Especial contra los abusos del gobierno de Veracruz.
Pero por donde quiera que se le vea, Monreal ha dicho que aparecerá en las boletas para 2024.
Hay dos rutas que tomará con seguridad: una, la candidatura Presidencial, y otra, la postulación a la jefatura de gobierno.
Es difícil pensar que lo postulará Morena, por las actuales circunstancias. Pero Monreal es hábil y ha emprendido una ruta alterna paralela.
Ayer mismo se difundió que se ha rodeado de operadores políticos de la capital del país como Eduardo Venadero y Arturo Santana.
Incluso se llegó a ventilar su posible remoción de la coordinación del grupo parlamentario.
Monreal aglutinó una “bancada personal”, es decir, que simpatiza con sus aspiraciones.
Este martes atajó cualquier división interna, motivo por el cual descartó la existencia de una fracción “monrealista”.
Está muy lejos la elección de 2024 y las fracturas están latentes. ¿Quién es el responsable?
PROSPECCIÓN… Este miércoles en el Congreso de la Ciudad de México, se presentará un punto de acuerdo para solicitar a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, cumplir con su función de impartición objetiva de justicia en vista de la gravedad del caso del ex diputado de Morena, Saúl Huerta Corona.
Twitter: @JoelSaucedo
