Según Latinóbarometro, una encuesta de opinión pública anual en los 18 países de América Latina, la confianza en el gobierno descendió del 45% en 2009 al 22% en 2018, y la proporción de personas descontentas con la democracia aumentó del 51% al 71%. Estos datos perjudican el contrato social entre gobernantes y gobernados. También perjudican las perspectivas de desarrollo. Los ciudadanos anhelamos una mejor atención médica, situación económica, mejores carreteras, servicios públicos y, desde luego, una mayor seguridad.
En México existe la Ley de Fomento a la Confianza Ciudadana y tiene como objetivo establecer las bases para la instrumentación de acciones y programas que las dependencias de la Administración Pública Federal deberán implementar, de acuerdo con sus atribuciones, para fomentar la confianza ciudadana, otorgando beneficios y facilidades. Existen también, organizaciones especializadas en el desarrollo de tecnologías de punta para fomentar la idea de que una mayor transparencia y un mejor desempeño del gobierno pueden ayudar. En los últimos años, varios países latinoamericanos también han recurrido a tecnologías digitales para que sus ciudadanos puedan utilizar sitios web y aplicaciones que ayudan no solo para examinar el desempeño y los compromisos del gobierno sino también para denunciar la corrupción, la insuficiencia de servicios públicos y el incumplimiento de contratos.
En nuestra patria hace falta una verdadera Participación Ciudadana, este par de palabras, que más parece palabra compuesta (porque casi nunca van separadas), las escuchamos en muchos discursos, especialmente en tiempos electorales, sabemos que existe, pero ¿en realidad sabemos qué significan? Desde mi personal punto de vista, creo es la forma en que todos los mexicanos responsables debemos de involucrarnos en los que suceda en nuestro gran país. En palabras más sencillas, la Participación Ciudadana es la acción en la que todos los ciudadanos y las ciudadanas de México se deben involucrar y estar a los procesos que realizan las autoridades en los distintos niveles de gobierno, puede ser en los proyectos que ejecutan, en el manejo de los fondos públicos o en la lucha contra la impunidad y corrupción. Un tema pendiente en el fortalecimiento de la democracia mexicana.
