/ martes 17 de septiembre de 2019

Falta mucho para proteger a los adultos mayores

Muchos esfuerzos se han hecho por la protección de los derechos de adultos mayores; desde otorgarles ayuda económica, darles empleo hasta atención médica, sin embargo, poco se hace por atacar el problema de raíz, los maltratos que sufren en su hogar.

Es dentro de casa, donde la mayor parte de veces tienen que soportar malos tratos, gritos, golpes y el ser relegados a un rincón, sin que puedan hacer algo.

Para muestra basta un botón: hace unos días llegó a La Prensa el señor Jesús Soto Cedillo, para denunciar maltrato hacia su padre, el señor Soto, un hombre de 85 años de edad.

La sorpresa fue escuchar que es en la casa que construyó con tanto esfuerzo, donde lo retienen, sin que alguna autoridad acuda para verificar que se privilegie el derecho del adulto mayor.

Jesús reveló que por años su padre trabajó a brazo partido para hacer esta casa poco a poco, para dar cobijo a todos su hijos e hijas.

Sin embargo, afirma que ahora que tiene 85 años de edad, no tiene quién lo ayude y él, que pretende sacarlo de ese encierro no es escuchado por las autoridades.

Añadió que en varias ocasiones pidió que su papá fuera tratado mejor, pero lo único que logró fue que su madre lo demandara por una pensión alimenticia.

Él sostiene que no se negó, por lo que inició el pago de una mensualidad de poco más de dos mil pesos para que atendieran a su padre, que sufre de epilepsia y de la próstata, aunque no ha recibido atención alguna el señor Soto.

Ante esto interpuso un nuevo juicio para tener la custodia de su padre, toda vez que su madre tiene 84 años de edad y considera que ya no es apta para cuidarlo.

Por respuesta, sus hermanos le dijeron que dejara de pelear la casa, pues él había hecho ya la suya, aunque él asegura no se trata de bienes, sino de la salud de su padre.

La última audiencia debió tener lugar el pasado 11 de septiembre, pero no acudió nadie, el juez decidió que en un mes aproximadamente vendría otra, pero en tanto el señor Soto sigue en peligro de sufrir una crisis de salud en su vivienda de la colonia Estado de México, en Netzahualcóyotl y él tiene que esperar. La promoción es 14779/2019.

Este como muchos otros casos puede impactar en la salud del adulto mayor, pero parece que para el juez es demasiado trabajo acelerar el proceso.

Cuántos adultos más habrá en estas condiciones, aunque muchos con menos suerte, porque nadie ve por ellos.

En twitter: @Antoniodemarcel

En el correo: antonio.marcelo@oem.com.mx

Muchos esfuerzos se han hecho por la protección de los derechos de adultos mayores; desde otorgarles ayuda económica, darles empleo hasta atención médica, sin embargo, poco se hace por atacar el problema de raíz, los maltratos que sufren en su hogar.

Es dentro de casa, donde la mayor parte de veces tienen que soportar malos tratos, gritos, golpes y el ser relegados a un rincón, sin que puedan hacer algo.

Para muestra basta un botón: hace unos días llegó a La Prensa el señor Jesús Soto Cedillo, para denunciar maltrato hacia su padre, el señor Soto, un hombre de 85 años de edad.

La sorpresa fue escuchar que es en la casa que construyó con tanto esfuerzo, donde lo retienen, sin que alguna autoridad acuda para verificar que se privilegie el derecho del adulto mayor.

Jesús reveló que por años su padre trabajó a brazo partido para hacer esta casa poco a poco, para dar cobijo a todos su hijos e hijas.

Sin embargo, afirma que ahora que tiene 85 años de edad, no tiene quién lo ayude y él, que pretende sacarlo de ese encierro no es escuchado por las autoridades.

Añadió que en varias ocasiones pidió que su papá fuera tratado mejor, pero lo único que logró fue que su madre lo demandara por una pensión alimenticia.

Él sostiene que no se negó, por lo que inició el pago de una mensualidad de poco más de dos mil pesos para que atendieran a su padre, que sufre de epilepsia y de la próstata, aunque no ha recibido atención alguna el señor Soto.

Ante esto interpuso un nuevo juicio para tener la custodia de su padre, toda vez que su madre tiene 84 años de edad y considera que ya no es apta para cuidarlo.

Por respuesta, sus hermanos le dijeron que dejara de pelear la casa, pues él había hecho ya la suya, aunque él asegura no se trata de bienes, sino de la salud de su padre.

La última audiencia debió tener lugar el pasado 11 de septiembre, pero no acudió nadie, el juez decidió que en un mes aproximadamente vendría otra, pero en tanto el señor Soto sigue en peligro de sufrir una crisis de salud en su vivienda de la colonia Estado de México, en Netzahualcóyotl y él tiene que esperar. La promoción es 14779/2019.

Este como muchos otros casos puede impactar en la salud del adulto mayor, pero parece que para el juez es demasiado trabajo acelerar el proceso.

Cuántos adultos más habrá en estas condiciones, aunque muchos con menos suerte, porque nadie ve por ellos.

En twitter: @Antoniodemarcel

En el correo: antonio.marcelo@oem.com.mx

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