/ viernes 8 de noviembre de 2019

Falla el Estado

El Estado mexicano falla en su tarea fundamental de brindar seguridad a sus gobernados, pero, como sociedad qué hemos hechos, o que dejamos de hacer para llegar al punto en que criminales matan niños, con saña inaudita. En 2018 fueron asesinados 1,463 menores de edad, revela la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

¿Dónde está el pueblo bueno? Creo que el “fuchi, guácala”, no será suficiente para detener el espiral de violencia e impunidad en el que está atrapado el país.

Hay varios puntos de la República comunidades desplazadas por la violencia y la impunidad con la que operan grupos delictivos; no hay autoridad que ponga orden. A quienes se quedan en sus comunidades los llegan a matar.

¿Dónde está el buen juicio, la bondad y carácter moral que pregona la 4T?

Es facultad y obligación del Presidente de la República: Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación. Establece el Artículo 89, fracción VI de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Y, claro está que no se trata de hacer la guerra, sino de proteger a la población civil con las herramientas y cuerpos de seguridad que confiere la ley.

La Redim urge al Jefe del Estado, quien también es presidente del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), a diseñar una estrategia nacional para frenar los ataques armados en contra menores de edad. Como se recordará, el pasado 4 de noviembre fueron atacados, entre Chihuahua y Sonora, un grupo de 14 niñas y niños, acompañados de sus madres; integrantes de la Familia LeBaron. Hasta el final del día se informó qué 6 niñas y niños, así como tres mujeres fueron asesinados y varios cuerpos calcinados; 6 niños más lograron escapar con heridas de consideración; y 2 más presentan lesiones leves.

El 1º de noviembre dos niños de 12 y 9 años fueron lesionados por arma de fuego, en Guadalajara, Jalisco; la noche del 30 de octubre sucedió otro ataque armado dirigido contra una fiesta infantil en la Alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, en el que perdieron la vida tres personas, entre ellas un niño.

Textualmente hay que decirlo: Hay un patrón de violencia del crimen organizado, que busca mayor control de los territorios en disputa, y usa el terror así como garantía de impunidad. Por lo que urgen cambios en la estrategia de seguridad.

En Twitter @TXTUALes

El Estado mexicano falla en su tarea fundamental de brindar seguridad a sus gobernados, pero, como sociedad qué hemos hechos, o que dejamos de hacer para llegar al punto en que criminales matan niños, con saña inaudita. En 2018 fueron asesinados 1,463 menores de edad, revela la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

¿Dónde está el pueblo bueno? Creo que el “fuchi, guácala”, no será suficiente para detener el espiral de violencia e impunidad en el que está atrapado el país.

Hay varios puntos de la República comunidades desplazadas por la violencia y la impunidad con la que operan grupos delictivos; no hay autoridad que ponga orden. A quienes se quedan en sus comunidades los llegan a matar.

¿Dónde está el buen juicio, la bondad y carácter moral que pregona la 4T?

Es facultad y obligación del Presidente de la República: Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación. Establece el Artículo 89, fracción VI de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Y, claro está que no se trata de hacer la guerra, sino de proteger a la población civil con las herramientas y cuerpos de seguridad que confiere la ley.

La Redim urge al Jefe del Estado, quien también es presidente del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), a diseñar una estrategia nacional para frenar los ataques armados en contra menores de edad. Como se recordará, el pasado 4 de noviembre fueron atacados, entre Chihuahua y Sonora, un grupo de 14 niñas y niños, acompañados de sus madres; integrantes de la Familia LeBaron. Hasta el final del día se informó qué 6 niñas y niños, así como tres mujeres fueron asesinados y varios cuerpos calcinados; 6 niños más lograron escapar con heridas de consideración; y 2 más presentan lesiones leves.

El 1º de noviembre dos niños de 12 y 9 años fueron lesionados por arma de fuego, en Guadalajara, Jalisco; la noche del 30 de octubre sucedió otro ataque armado dirigido contra una fiesta infantil en la Alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, en el que perdieron la vida tres personas, entre ellas un niño.

Textualmente hay que decirlo: Hay un patrón de violencia del crimen organizado, que busca mayor control de los territorios en disputa, y usa el terror así como garantía de impunidad. Por lo que urgen cambios en la estrategia de seguridad.

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