/ miércoles 17 de marzo de 2021

Es Guerrero

Hace algunos meses, antes de que se hicieran públicas las denuncias contra Félix Salgado, platicando en privado y por separado con dos liderazgos importantes de Morena, –uno de ellos con oficina en Palacio Nacional– cuando les preguntaba quién era el bueno para Guerrero, me respondieron ambos que Félix.

Les dije en ese momento, que cómo veían a Pablo Amílcar Sandoval (quien para mi es lo mejor que le podría pasar a uno de los tres estados más pobres del país) y los dos también me respondieron lo mismo: sin duda sería el mejor gobernador, es el más preparado, tiene experiencia de gobierno, es inteligente…

¿Y entonces por qué no será el candidato? Les cuestioné.

La respuesta de estos dos dirigentes de Morena (menores de 50 años, por aquello de los relevos generacionales) me dejó decepcionado.

Ambos, por separado, respondieron exactamente lo mismo: es Guerrero.

Precisamente por eso –les dije– es que se requiere alguien como Pablo Amílcar: preparado, con conciencia social, inteligente, y que además es parte de un relevo generacional que viene en la izquierda de este país desde hace más de 20 años, además, con la confianza del Presidente.

Uno de ellos me respondió: pues sí, pero ya sabes cómo es la gente en Guerrero, qué es lo que quieren, a ellos les gusta alguien popular, alguien que les caiga bien, que sea del pueblo, que no

parezca fifí, que sea como ellos, pues, y ese es Félix, chicharachero, fiestero, mujeriego, a todos les cae bien; y por cómo están las cosas por allá, que sea entrón.

Esa respuesta me dejó helado, más viniendo de alguien con un peso importante en Morena y que además está muy cerca del Presidente de la República.

Pensar qué teniendo una gran oportunidad de cambiar este país, la prioridad sea darle al pueblo pan y circo para ganar votos, es una gran decepción. Después vino todo lo que ya todos sabemos: las muy graves acusaciones de violación y abuso sexual. Y después la enorme simulación de Morena con el caso Félix, a quien nunca retiró de candidato.

Es Guerrero, pensé. Cuánta indignación, decepción, y frustración. Twitter: @floresaquino

Hace algunos meses, antes de que se hicieran públicas las denuncias contra Félix Salgado, platicando en privado y por separado con dos liderazgos importantes de Morena, –uno de ellos con oficina en Palacio Nacional– cuando les preguntaba quién era el bueno para Guerrero, me respondieron ambos que Félix.

Les dije en ese momento, que cómo veían a Pablo Amílcar Sandoval (quien para mi es lo mejor que le podría pasar a uno de los tres estados más pobres del país) y los dos también me respondieron lo mismo: sin duda sería el mejor gobernador, es el más preparado, tiene experiencia de gobierno, es inteligente…

¿Y entonces por qué no será el candidato? Les cuestioné.

La respuesta de estos dos dirigentes de Morena (menores de 50 años, por aquello de los relevos generacionales) me dejó decepcionado.

Ambos, por separado, respondieron exactamente lo mismo: es Guerrero.

Precisamente por eso –les dije– es que se requiere alguien como Pablo Amílcar: preparado, con conciencia social, inteligente, y que además es parte de un relevo generacional que viene en la izquierda de este país desde hace más de 20 años, además, con la confianza del Presidente.

Uno de ellos me respondió: pues sí, pero ya sabes cómo es la gente en Guerrero, qué es lo que quieren, a ellos les gusta alguien popular, alguien que les caiga bien, que sea del pueblo, que no

parezca fifí, que sea como ellos, pues, y ese es Félix, chicharachero, fiestero, mujeriego, a todos les cae bien; y por cómo están las cosas por allá, que sea entrón.

Esa respuesta me dejó helado, más viniendo de alguien con un peso importante en Morena y que además está muy cerca del Presidente de la República.

Pensar qué teniendo una gran oportunidad de cambiar este país, la prioridad sea darle al pueblo pan y circo para ganar votos, es una gran decepción. Después vino todo lo que ya todos sabemos: las muy graves acusaciones de violación y abuso sexual. Y después la enorme simulación de Morena con el caso Félix, a quien nunca retiró de candidato.

Es Guerrero, pensé. Cuánta indignación, decepción, y frustración. Twitter: @floresaquino