Maestros y especialistas en el tema de violencia y bullying han emprendido un innovador esfuerzo para generar que las escuelas no solo sean espacios libres de violencia, sino también generadores de la cultura de paz y conciliación que tanto necesita el país.
Para ello, la compañía certificadora Lloyd International presentó El Cuadernillo Antibullying en español y lengua Náhuatl y entregó los primeros certificados Antibullying a tres escuelas de nivel básico y a la Universidad de la Salud del Estado de México.
Durante este titánico trabajo de educación que esperan llevar a todos los planteles del país, los especialistas detectaron que los niños, adolescentes y jóvenes no reconocen cuando son víctimas de violencia o generadores de ella, incluso algunos consideraron este tipo de situaciones “como normales”.
Por ello, solicitaron a especialistas de la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género del Instituto Politécnico Nacional, que tienen una amplia experiencia en la materia, su colaboración a fin de diseñar una estrategia que permita a los niños y jóvenes reconocer este tipo de conductas, no solo para protegerse de ellas, sino también para no reproducirlas.
El IPN diseñó el “Violentómetro”, a través del cual es posible detectar las diferentes manifestaciones de violencia. Con el apoyo de material gráfico y didáctico, que se divide en tres escalas de diferentes colores, la población no solo estudiantil, sino también en el ámbito laboral o familiar puede detectar situaciones que pueden encontrarse ocultas en la vida cotidiana y que muchas veces se confunden o desconocen.
La escala se divide en tres colores, en alerta de amarillo se encuentran casos como: las bromas hirientes, chantaje, mentiras o engaños, ignorar (ley del hielo), celos, culpabilizar, descalificar, ridiculizar u ofender, humillar en público, intimidar, amenazar, controlar o prohibir (amistades, familiares, dinero, apariencia, actividades, celular, mails y redes sociales).
En un color rojo, aparecen situaciones como: manoseo, caricias agresivas o golpes “jugando”. El tono rojo se vuelve más intenso cuando hay: pellizcos, araños, empujones, jalones, cachetadas, patadas y en una última escala de color morado se encuentran agresiones como: encierros, aislamiento, lanzar objetos o armas, amenazas de muerte, forzar relaciones sexuales, abuso sexual, violación, mutilación o asesinato.
Con este trabajo, los especialistas no solo buscan erradicar la violencia en las escuelas, sino también propiciar que los espacios educativos sean generadores de una cultura de paz que permee a la sociedad entera, y la población sepa identificar que este tipo de conductas no son normales ni parte de la cultura o idiosincrasia mexicana.