Esta semana se llegó a la triste cifra de 200 mil decesos por el virus SARS Cov 2, esta cifra se alcanzó en apenas poco más de un año de que el primer caso fuera documentado, mas no aceptado, en el país, poco más de un año que solo ha sido un ir y venir de declaraciones y recomendaciones opuestas que solo confunden a la población.
Es cierto, mucha gente piensa que el manejo de la pandemia debería ser responsabilidad de cada uno, y que cada uno decida qué es lo mejor para ellos y que el gobierno no tiene nada que ver ni es responsable del manejo de la contingencia, sin embargo, esto no es completamente cierto, pues se llama salud pública y sí, es responsabilidad del gobierno.
Ahora resulta que los medios de comunicación tenemos la culpa de esos 200 mil decesos, porque dice Hugo López Gattel que fue gracias a eso que aumentó, que los medios, sobre todo los no afines a la 4T que la afición es demeritar su trabajo y no, es solo informar sus propios datos, pero como sello de la cuarta, es culpar a los demás.
Recientemente, cuando se hizo el anuncio de los 200 mil decesos, el encargado de manejar la pandemia desdeñó la labor de los medios de comunicación y hasta los tachó de abogados de las familias de los difuntos, ahora resulta que esas 200 mil personas que perdieron la batalla lo hicieron para demeritar el trabajo de la 4T.
No cabe duda que la paranoia del gobierno y la poca o nula capacidad de hacerse responsable de sus acciones, ha hecho que piensen que todo ocurre en su contra, que todos son adversarios y por supuesto que ellos están bien y todos los detractores solo los quieren ver caer.
La pregunta es abierta a quienes manejan la pandemia, entonces ¿qué quieren que contemos? Pues logros no son muchos y errores si, pero si contamos estos últimos, somos malos medios, hablas bien del gobierno o de plano eres contrario, es decir que ahora los familiares de los 200 mil son adversarios de López Obrador.
Vaya pensamiento tan egoísta y funesto de este personaje, pues en lugar de empatizar con los deudos, los acusa de buscar desestabilizar el gobierno, en lugar de recibir el apoyo que necesitan, en lugar de que toda la población reciba la información para que pueda tomar la decisión sobre cómo cuidarse.
De la politización de las vacunas mejor ni hablamos, pues es claro que es su más grande moneda de cambio para hacerse de la mayor cantidad de puestos de elección popular y lo peor, la gente lo sabe y aun así se va a dejar.
