El Aullido de Lobo
El esfuerzo que se ha hecho en los últimos años para avanzar en el tema de democracia y participación ciudadana local y la toma de decisiones, se encuentra en serio riesgo.
Será tarea de los legisladores de la Ciudad de México, rescatar el derecho ganado por la población, en lugar de votar una ley hecha sobre las rodillas y sin tomar en cuenta la implicaciones legales y administrativas.
Este lunes es crucial para esta ley, porque es la misma fecha en que los integrantes de la Cámara de Diputados de la Ciudad de México votarán el dictamen sobre la Ley de Participación Ciudadana, que contiene la figura de los Comités Ciudadanos, la manera como son elegidos y el ejercicio del Presupuesto Participativo.
Este mismo día, aunque por la tarde está citado el pleno del Consejo General del Instituto Electoral de la Ciudad de México, para dar paso a la aprobación de la Convocatoria Única para la elección de los Comités Ciudadanos y Consejos de los Pueblos 2019, misma que ya está presupuestada, así como para votar los términos de la Consulta Ciudadana sobre Presupuesto Participativo 2020, para la Colonia Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc; toda vez que los proyectos deben ser inscritos este año a fin de que se puedan ejercer el próximo.
Esta sesión del Consejo General del IECM debe realizarse en atención a una decisión de la sala regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Esto complica el día para el Instituto Electoral de la Ciudad de México, porque tiene la obligación de llevar a cabo esta sesión y dar paso a la elección del Comité Ciudadano y los proyectos del Presupuesto Participativo 2020, aunque para esa hora ya los legisladores habrían decidido esta ley.
Lo peor es que el contenido de esta nueva legislación cambia totalmente la manera de elegir a nuestros representantes y pasa de una minicampaña y elección por voto secreto, a una insaculación y luego un sorteo para elegir al coordinador.
Esto a todas luces suspende un derecho de la ciudadanía a votar por quien quiera y peor aún, le impide decidir en qué se gasta parte del presupuesto a su alcaldía, porque ahora pretenden los legisladores de Morena que este dinero vaya a parar a las colonias con mayor índice de pobreza e inseguridad, con lo que cancelan la atención a otras necesidades ciudadanas.
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