/ sábado 7 de mayo de 2022

Empresarios 2024

Por Alejandro Jiménez


¿Dónde van a meter su dinero los empresarios en la campaña presidencial? Para saber eso hay que tomar en cuenta que no conforman un grupo unido y homogéneo.

Ninguno de los actuales grupos empresariales comulga por entero con la 4T, pero tienen matices. Sólo empresarios marginales y solitarios, no de cúpula, apostarán de lleno sus capitales por el candidato(a) de Morena

Algunos son muy críticos y no le dejan pasar una al gobierno. Por ejemplo, Coparmex, con José Medina Mora a la cabeza, es el ejemplo más evidente de los que están dispuestos al choque. Incluso en este caso con agravios personales acumulados por la embestida gubernamental al ex ministro Eduardo Medina Mora.

Vienen del liderazgo de Gustavo de Hoyos, que se ha colocado en la primera línea opositora, impulsando al grupo de políticos en torno a Vamos México, de PAN, PRI y PRD. Su problema es que no han perfilado a ningún candidato con fuerza. No se ve a nadie con arrastre que pueda hacerle frente al presidente y a Morena. Pero sin duda, quien sea el candidato, por débil que sea, será su gallo.

Otro grupo empresarial propone tolerar al actual gobierno, sobrellevarlo, no pelearse con él para no provocar una radicalización de sus posiciones. “Para qué jalarle los bigotes al Tigre; pueden ser torpes en muchas cosas, pero tienen el poder”, dicen en corto.

No se confrontan. Siguen el mantra Slim de que la confrontación es una estupidez. De momento, ningún candidato les llena el ojo. Están confiados en que quien suceda a AMLO no será tan dogmático y se podrán negociar posiciones y coyunturas en temas que hoy son incuestionables como los energéticos y los de organismos autónomos.

Perdida la esperanza de que llegue un candidato opositor fuerte, preferirían apostar por Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, opciones que les parecen más razonables, una vez que han descartado a Claudia Sheinbaum.

Un misterio es el siempre hermético y poderoso grupo Monterrey, que no exhibirá sus cartas en público. Alfonso Romo, el ex jefe de la Oficina de la Presidencia dice en corto que se la llevarán tranquilos, que él tiene la llave para calmarlos. Sin embargo, hay quien opina que Romo nunca ha tenido la ascendencia con ellos que siempre ha presumido y que se la han pasado financiando proyectos académicos y editoriales diametralmente opuestos al gobierno, lo que no tendría por qué cambiar al final del sexenio.

El pleito casado del Presidente de la República con FEMSA, de José Antonio Fernández, que acabó sacando a este grupo del mini pacto empresarial anti inflacionario anunciado esta semana, puede verse como la puntilla a cualquier intento de conciliación entre esas partes.

Es decir, los apoyos de los hombres del dinero se diluirán, lo que sólo puede ayudar a quien resulte el candidato oficial que vaya a “destapar” AMLO.

Bajita la mano, Gustavo Madero, con su Frente Cívico Nacional, y Enrique de la Madrid hacen desde ahora tímidos ejercicios de fuerza para recorrer el país y presentarse como candidatos outsiders, no necesariamente auspiciados por PAN y PRI, respectivamente, y tratando de jalar interés empresarial hacia sus proyectos, que se venden como más tradicionales y sensatos. Sin embargo, ninguno de los dos se ve como favorito en estos ámbitos.


Por Alejandro Jiménez


¿Dónde van a meter su dinero los empresarios en la campaña presidencial? Para saber eso hay que tomar en cuenta que no conforman un grupo unido y homogéneo.

Ninguno de los actuales grupos empresariales comulga por entero con la 4T, pero tienen matices. Sólo empresarios marginales y solitarios, no de cúpula, apostarán de lleno sus capitales por el candidato(a) de Morena

Algunos son muy críticos y no le dejan pasar una al gobierno. Por ejemplo, Coparmex, con José Medina Mora a la cabeza, es el ejemplo más evidente de los que están dispuestos al choque. Incluso en este caso con agravios personales acumulados por la embestida gubernamental al ex ministro Eduardo Medina Mora.

Vienen del liderazgo de Gustavo de Hoyos, que se ha colocado en la primera línea opositora, impulsando al grupo de políticos en torno a Vamos México, de PAN, PRI y PRD. Su problema es que no han perfilado a ningún candidato con fuerza. No se ve a nadie con arrastre que pueda hacerle frente al presidente y a Morena. Pero sin duda, quien sea el candidato, por débil que sea, será su gallo.

Otro grupo empresarial propone tolerar al actual gobierno, sobrellevarlo, no pelearse con él para no provocar una radicalización de sus posiciones. “Para qué jalarle los bigotes al Tigre; pueden ser torpes en muchas cosas, pero tienen el poder”, dicen en corto.

No se confrontan. Siguen el mantra Slim de que la confrontación es una estupidez. De momento, ningún candidato les llena el ojo. Están confiados en que quien suceda a AMLO no será tan dogmático y se podrán negociar posiciones y coyunturas en temas que hoy son incuestionables como los energéticos y los de organismos autónomos.

Perdida la esperanza de que llegue un candidato opositor fuerte, preferirían apostar por Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, opciones que les parecen más razonables, una vez que han descartado a Claudia Sheinbaum.

Un misterio es el siempre hermético y poderoso grupo Monterrey, que no exhibirá sus cartas en público. Alfonso Romo, el ex jefe de la Oficina de la Presidencia dice en corto que se la llevarán tranquilos, que él tiene la llave para calmarlos. Sin embargo, hay quien opina que Romo nunca ha tenido la ascendencia con ellos que siempre ha presumido y que se la han pasado financiando proyectos académicos y editoriales diametralmente opuestos al gobierno, lo que no tendría por qué cambiar al final del sexenio.

El pleito casado del Presidente de la República con FEMSA, de José Antonio Fernández, que acabó sacando a este grupo del mini pacto empresarial anti inflacionario anunciado esta semana, puede verse como la puntilla a cualquier intento de conciliación entre esas partes.

Es decir, los apoyos de los hombres del dinero se diluirán, lo que sólo puede ayudar a quien resulte el candidato oficial que vaya a “destapar” AMLO.

Bajita la mano, Gustavo Madero, con su Frente Cívico Nacional, y Enrique de la Madrid hacen desde ahora tímidos ejercicios de fuerza para recorrer el país y presentarse como candidatos outsiders, no necesariamente auspiciados por PAN y PRI, respectivamente, y tratando de jalar interés empresarial hacia sus proyectos, que se venden como más tradicionales y sensatos. Sin embargo, ninguno de los dos se ve como favorito en estos ámbitos.