/ sábado 2 de julio de 2022

El trabajo decente

La Organización Internacional del Trabajo en el año de 1999, por voz de su Director General, expresó que la finalidad de dicha institución es promover oportunidades para que los hombres y mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.

En México, la Ley Federal del Trabajo, en el artículo 2, da un concepto más amplio pues dice que el trabajo digno o decente es aquel en que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, genero, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento a la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones optimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo.

Agrega dicha Ley que el trabajo digno o decente también incluye el respeto sin restricción a los derechos colectivos de los trabajadores, tales como la libertad de asociación, autonomía, el derecho de huelga y de contratación colectiva.

Conforme a estas ideas de lo que es el trabajo decente o digno, el gobierno y los patrones debe crear oportunidades de trabajo para las personas trabajadoras sin distinción de ninguna especie; se les debe garantizar a que reciban un salario justo conforme a sus capacidades, obligaciones y necesidades; debe garantizárseles que tengan seguridad social para que ellas y sus familiares estén protegidos contras las consecuencias de los riesgos de trabajo, de las enfermedades, de la invalidez, del desempleo y de la vejez.

Según este concepto de trabajo, el gobierno debe promover el cumplimiento de parte de los patrones de sus obligaciones en materia de capacitación y adiestramiento como instrumento de mejoría de las condiciones de vida de las personas trabajadoras y de mayor obtención de utilidades de las empresas.

Esta idea del trabajo abarca también la erradicación del trabajo forzoso y del trabajo infantil, preservando así, por una parte, el principio de que el trabajo es un derecho y no artículo de comercio y, por otra, el sano desarrollo físico e intelectual de los niños y niñas y así garantizar que en el futuro tengan mejores oportunidades de trabajo y salarios remuneradores.

Así, Gobierno, trabajadores, patrones y la sociedad en su conjunto, deben estar comprometidos en hacer realidad la idea del trabajo decente o digno.


josedavalosmorales@yahoo.com.mx

La Organización Internacional del Trabajo en el año de 1999, por voz de su Director General, expresó que la finalidad de dicha institución es promover oportunidades para que los hombres y mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.

En México, la Ley Federal del Trabajo, en el artículo 2, da un concepto más amplio pues dice que el trabajo digno o decente es aquel en que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, genero, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento a la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones optimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo.

Agrega dicha Ley que el trabajo digno o decente también incluye el respeto sin restricción a los derechos colectivos de los trabajadores, tales como la libertad de asociación, autonomía, el derecho de huelga y de contratación colectiva.

Conforme a estas ideas de lo que es el trabajo decente o digno, el gobierno y los patrones debe crear oportunidades de trabajo para las personas trabajadoras sin distinción de ninguna especie; se les debe garantizar a que reciban un salario justo conforme a sus capacidades, obligaciones y necesidades; debe garantizárseles que tengan seguridad social para que ellas y sus familiares estén protegidos contras las consecuencias de los riesgos de trabajo, de las enfermedades, de la invalidez, del desempleo y de la vejez.

Según este concepto de trabajo, el gobierno debe promover el cumplimiento de parte de los patrones de sus obligaciones en materia de capacitación y adiestramiento como instrumento de mejoría de las condiciones de vida de las personas trabajadoras y de mayor obtención de utilidades de las empresas.

Esta idea del trabajo abarca también la erradicación del trabajo forzoso y del trabajo infantil, preservando así, por una parte, el principio de que el trabajo es un derecho y no artículo de comercio y, por otra, el sano desarrollo físico e intelectual de los niños y niñas y así garantizar que en el futuro tengan mejores oportunidades de trabajo y salarios remuneradores.

Así, Gobierno, trabajadores, patrones y la sociedad en su conjunto, deben estar comprometidos en hacer realidad la idea del trabajo decente o digno.


josedavalosmorales@yahoo.com.mx

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