Desencajada apareció la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum durante la presentación del dictamen técnico del accidente de la Línea 12.
La voz pausada y con notable desánimo, exhibieron a la gobernante en medio de una situación por demás complicada.
Y no es para menos, Sheinbaum llegó a la presentación del dictamen con dos noticias comprobadas que le impactaron emocionalmente.
La primera es que le hicieron creer que para el día de las elecciones, Morena arrasaría en 14 alcaldías. Sólo perdería dos: Cuajimalpa y Benito Juárez.
En prácticamente toda la jornada electoral, previo al día 6 de junio, la engañaron con encuestas totalmente alejadas de la realidad.
Por eso, Mario Delgado se fue con la finta y en el Hemiciclo a Juárez gritó a los cuatro vientos que su partido obtendría un rotundo triunfo.
Tras el cierre de las casillas, entraron en pánico en el cuartel de Morena en la Ciudad de México. No lo podían creer.
La decepción transformada de inmediato en coraje, llevó a que militantes de Morena se trasladaran a la casa de su en la capital, Héctor Ulises García y le gritaran improperios.
Entre ellos se encontraba el aún alcalde y perdedor de la elección en Azcapotzalco, Vidal Llerenas.
Pero no sólo eso. Hubo otro engaño mayor, por el cual la jefa de gobierno fue acusada de la filtración al diario estadounidense The New York Times, en cuanto a que fue estructural la falla del accidente en la Línea 12 del Metro.
Resulta que descubrió a los artífices de la filtración. No giró orden alguna en ese sentido. Hicieron las cosas a sus espaldas y la metieron en un embrollo brutal.
Por ese motivo se espera que pronto haya movimientos en su gabinete que a todas luces no ha sido funcional.
De hecho, en la presentación del avance del dictamen se evitaron las preguntas de los reporteros. O más bien prohibieron los cuestionamientos.
Pero llamó la atención que no estuviera presente la directora del Metro, Florencia Serranía, quién continúa gozando de la protección de la jefa de gobierno.
Incluso, tiene pendiente responder la pregunta parlamentaria –sacada de la manga- realizada por el Congreso de la Ciudad de México.
En los corrillos políticos se comenta la siguiente versión: pronto habrá cambios en la dirigencia de Morena. Ulises García, renunciará.
Asimismo, que los días de Serranía están contados el frente del Metro, lo mismo para los responsables de la filtración al influyente periódico estadounidense.
Todo lo anterior explica el rostro desencajado, decepcionado y engañado de la jefa de gobierno, observado en la mencionada conferencia de prensa.
PROSPECCIÓN… Por cierto, el constructor consentido y amigo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, José María Riobóo, formará parte de los seis integrantes del Comité Técnico de Refuerzo y Rehabilitación de la Línea 12 del Metro. Además, se trata del esposo de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Jasmín Esquivel, propuesta para el cargo, casualmente por el titular del Poder Ejecutivo.
Twitter: @JoelSaucedo
