¿Es verdad que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no es fifí, como lo declaró ayer en su conferencia matutina?
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, fifí significa “persona presumida y que se ocupa de seguir las modas”.
En tiempos de Francisco I. Madero, se le llamó fifí a los opositores por sus ideales conservadores y que estaban a favor del régimen autoritario.
Tras asumir la presidencia, López Obrador le endilgó el apodo de fifí a los opositores a su gobierno.
En particular nombró fifís a los adinerados, donde incluyó a los periodistas, sin importarle si eran o no pudientes.
Actualmente, el Presidente percibe un salario mensual de 111 mil 990 pesos. Vive en un palacio, pues rechazó habitar Los Pinos.
También tiene una casa en Tlalpan donde vive con su familia, y de manera ocasional toma días de descanso en su rancho de Palenque, Chiapas.
El mandatario no usa metro, trolebús, Metrobús, microbús o taxi de la calle. Se desconoce cuándo usó por última vez esos transportes.
Tampoco se tiene registro de que haya usado el Metro para trasladarse a su despacho de la jefatura de gobierno.
Pero sí hay el antecedente de que en sus oficinas del viejo Palacio del Ayuntamiento tenía paquetes de corbatas nuevas.
Se las obsequiaba o prestaba a sus colaboradores, cuando lo requería algún evento protocolario.
Hoy que es Presidente los gustos son más refinados. Difícilmente se le ha notado que repita corbata en sus conferencias mañaneras.
A la distancia y en las imágenes que se difunden de la mañanera, se observa que los trajes han mejorado de calidad.
El Presidente ha declarado que sus trajes los manda a confeccionar con un “buen sastre de Ecatepec”.
Sin embargo, cuando hizo esa declaración en septiembre de 2020, ésta se viralizó en las redes sociales, cuyos usuarios exhibieron una foto de 2005 donde porta un traje de la marca Hugo Boss.
Cuando se desempeñó como jefe de gobierno, fue cuestionado por portar un reloj de pulsera aparentemente de la marca Tiffany, valuado en 80 mil pesos.
López Obrador admitió que había sido un obsequio del entonces secretario de Obras, César Buenrostro, pero minimizó el elevado costo.
Durante sus dos visitas a Tabasco, su entidad natal aún inundada, voló en un helicóptero de la Fuerza Aérea y se trasladó en un vehículo militar. Ni un pie se mojó.
Cuestionado este lunes al respecto, el Presidente respondió sin tapujos: “No me puedo mojar nada más por la foto”.
“Les digo a mis paisanos ¿nada más para tomarme la foto me mojo? Me enfermo y ¿qué se gana con eso? ¿O que no guarde la sana distancia, me enferme de Covid? Pues tampoco”, respondió.
“Es mi corazón el que les doy siempre, son mis sentimientos, son mis convicciones, mi amor, no soy farsante. Le tengo amor al pueblo. Por eso estoy en esto. No soy fifí, entonces tengo qué cuidarme”, enfatizó.
¿Es o no fifí el Presidente?
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Twitter: @JoelSaucedo
