/ miércoles 30 de septiembre de 2020

El negocio de las regidurías

Vaya revuelo que han causado los diputados morenos con su propuesta de reducir número de síndicos y regidores en las alcaldías mexiquenses. El asunto de fondo tiene que ver con negocios, una bondad que arroja la política, a pesar de la retórica mañosa y tramposa que aduce que esa actividad es para servir y no para servirse. El rechazo a bajar la cifra de integrantes de los cabildos está más que justificada por la terquedad y la obsesión de seguir viviendo del presupuesto, y no por versiones que rayan en lo absurdo cuando se menciona que es en defensa de la democracia. De hecho, desde hace años, las sindicaturas y regidurías, principalmente las de representación proporcional, no han sido otra cosa que franquicias o negocios redituables. El caso de Coacalco, por citar sólo uno de los ejemplos de cotos de poder con estas carteras políticas que tienen de todo, menos la intención de pugnar por el bienestar social representa la razón de quienes se oponen a la reducción de síndicos y regidores. Y es que Omar Ortega Álvarez, diputado del PRD, quien dicho sea de paso es uno de los más incisivos en repudiar la reducción de ediles, cuenta con la “bendición” de mantener en el cabildo y en la administración a familiares y personas allegadas. La colocación de personas en dicho ayuntamiento no es nueva, lleva cuando menos 10 años haciendo los enlaces necesarios para que su gente viva de los recursos públicos, desde regidores hasta asistentes, basta con darle una revisada a la nómina.

A RENGLÓN SEGUIDO

QUIEN hizo fuertes declaraciones contra Chimalhuacán fue la diputada por el Distrito 31, Xóchitl Flores Jiménez, quien exigió cuentas claras a los “gobiernos antorchos”, pues advirtió que durante 2017 y 2018 hubo observaciones por 762 millones de pesos que no fueron comprobados. “¡La opacidad de siempre!” ... PROBABLEMENTE a mediados de octubre las autoridades mexiquenses valoren el cambio de semáforo epidemiológico, aun cuando suman más de 80 mil contagios y casi 12 mil fallecimientos. Todo dependerá de la pauta que marque el gobierno de Sheinbaum… ANTE la negativa del gobierno mexiquense por transparentar los procesos de construcción y licitación del Viaducto Bicentenario y de un tramo de la carreta Panamericana, el legislador Max Correa Hernández, afirmó que hoy tomará de manera simbólica el segundo piso de Periférico. A ver que logra porque pelea con un monstruo de mil cabezas.


Vaya revuelo que han causado los diputados morenos con su propuesta de reducir número de síndicos y regidores en las alcaldías mexiquenses. El asunto de fondo tiene que ver con negocios, una bondad que arroja la política, a pesar de la retórica mañosa y tramposa que aduce que esa actividad es para servir y no para servirse. El rechazo a bajar la cifra de integrantes de los cabildos está más que justificada por la terquedad y la obsesión de seguir viviendo del presupuesto, y no por versiones que rayan en lo absurdo cuando se menciona que es en defensa de la democracia. De hecho, desde hace años, las sindicaturas y regidurías, principalmente las de representación proporcional, no han sido otra cosa que franquicias o negocios redituables. El caso de Coacalco, por citar sólo uno de los ejemplos de cotos de poder con estas carteras políticas que tienen de todo, menos la intención de pugnar por el bienestar social representa la razón de quienes se oponen a la reducción de síndicos y regidores. Y es que Omar Ortega Álvarez, diputado del PRD, quien dicho sea de paso es uno de los más incisivos en repudiar la reducción de ediles, cuenta con la “bendición” de mantener en el cabildo y en la administración a familiares y personas allegadas. La colocación de personas en dicho ayuntamiento no es nueva, lleva cuando menos 10 años haciendo los enlaces necesarios para que su gente viva de los recursos públicos, desde regidores hasta asistentes, basta con darle una revisada a la nómina.

A RENGLÓN SEGUIDO

QUIEN hizo fuertes declaraciones contra Chimalhuacán fue la diputada por el Distrito 31, Xóchitl Flores Jiménez, quien exigió cuentas claras a los “gobiernos antorchos”, pues advirtió que durante 2017 y 2018 hubo observaciones por 762 millones de pesos que no fueron comprobados. “¡La opacidad de siempre!” ... PROBABLEMENTE a mediados de octubre las autoridades mexiquenses valoren el cambio de semáforo epidemiológico, aun cuando suman más de 80 mil contagios y casi 12 mil fallecimientos. Todo dependerá de la pauta que marque el gobierno de Sheinbaum… ANTE la negativa del gobierno mexiquense por transparentar los procesos de construcción y licitación del Viaducto Bicentenario y de un tramo de la carreta Panamericana, el legislador Max Correa Hernández, afirmó que hoy tomará de manera simbólica el segundo piso de Periférico. A ver que logra porque pelea con un monstruo de mil cabezas.