/ viernes 20 de agosto de 2021

El factor Mancera y Slim

Llegada ya la mitad de la administración tanto federal como capitalina, en donde el Movimiento de Regeneración Nacional vio disminuida su fuerza sobretodo en la Ciudad de México, la administración de Claudia Sheinbaum tuvo que iniciar alianzas con quienes al principio calificó como adversarios.

En específico, la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México ha tenido que hacer alianzas con la otrora corriente del ex jefe de gobierno perredista, Miguel Ángel Mancera.

En su calidad de presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana y Vivienda, el otrora titular de la Agencia de Gestión Urbana en la pasada administración, Fernando Aboitiz, impulsa la aprobación de algunas iniciativas que, por su trasfondo comercial, son de sumo interés para Regeneración Nacional.

A cambio de la aprobación de dichos proyectos, el morenismo debería hacer valer su mayoría para frenar reformas que irían en contra de los principios impulsados por el Partido Encuentro Solidario, que ahora lidera en la capital el propio Aboitiz Saro.

Algunos de los acuerdos legislativos incluso irían en detrimento de algunos sectores de la muy golpeada iniciativa privada, a lo que sectores empresariales como Canacintra se han opuesto abiertamente.

Esto en un escenario en el que, por ejemplo, unas 2 mil empresas de la industria de la construcción se vieron afectadas por la falta de producción de obra durante la pandemia; esto representó una caída en el sector del 11 por ciento de la facturación durante los primeros meses del 2021, es decir, unos 140 mil millones de pesos.

La alianza además habría incluido salvar al ex jefe de gobierno capitalino del escándalo relacionado con el desplome de la Línea 12 del Metro, en donde las indagatorias apuntan a que los probables responsables de causar la muerte a 26 personas podrían ser personajes de segundo y tercer nivel de la empresa constructora.

Para salvar al equipo comandado por Miguel Ángel Mancera, la autodenominada cuarta transformación prefirió culpar a Carso Infraestructura, del empresario Carlos Slim, quien no tuvo más opción que comprometerse a hacer las correspondientes reparaciones del tramo afectado.

Nos recuerdan que los empresarios no están nada contentos con estas prácticas, pero sus asesores y operadores todavía no le toman la medida a la 4T. Tendrán que guardar silencio y dejar que los políticos sigan jugando al inocente. Aunque algunos viejos lobos de mar creen que el cobro de favores será reparador. Es más, ya andan pensando qué quieren a cambio de su silencio y sumisión. Como en los viejos y buenos tiempos.

Lo que nadie quiere aceptar en público ni en privado es que las reglas del juego continúan haciendo que la inversión no fluya en esos proyectos que benefician al pueblo bueno.

Que ganan y pierden los mismos de siempre.

Llegada ya la mitad de la administración tanto federal como capitalina, en donde el Movimiento de Regeneración Nacional vio disminuida su fuerza sobretodo en la Ciudad de México, la administración de Claudia Sheinbaum tuvo que iniciar alianzas con quienes al principio calificó como adversarios.

En específico, la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México ha tenido que hacer alianzas con la otrora corriente del ex jefe de gobierno perredista, Miguel Ángel Mancera.

En su calidad de presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana y Vivienda, el otrora titular de la Agencia de Gestión Urbana en la pasada administración, Fernando Aboitiz, impulsa la aprobación de algunas iniciativas que, por su trasfondo comercial, son de sumo interés para Regeneración Nacional.

A cambio de la aprobación de dichos proyectos, el morenismo debería hacer valer su mayoría para frenar reformas que irían en contra de los principios impulsados por el Partido Encuentro Solidario, que ahora lidera en la capital el propio Aboitiz Saro.

Algunos de los acuerdos legislativos incluso irían en detrimento de algunos sectores de la muy golpeada iniciativa privada, a lo que sectores empresariales como Canacintra se han opuesto abiertamente.

Esto en un escenario en el que, por ejemplo, unas 2 mil empresas de la industria de la construcción se vieron afectadas por la falta de producción de obra durante la pandemia; esto representó una caída en el sector del 11 por ciento de la facturación durante los primeros meses del 2021, es decir, unos 140 mil millones de pesos.

La alianza además habría incluido salvar al ex jefe de gobierno capitalino del escándalo relacionado con el desplome de la Línea 12 del Metro, en donde las indagatorias apuntan a que los probables responsables de causar la muerte a 26 personas podrían ser personajes de segundo y tercer nivel de la empresa constructora.

Para salvar al equipo comandado por Miguel Ángel Mancera, la autodenominada cuarta transformación prefirió culpar a Carso Infraestructura, del empresario Carlos Slim, quien no tuvo más opción que comprometerse a hacer las correspondientes reparaciones del tramo afectado.

Nos recuerdan que los empresarios no están nada contentos con estas prácticas, pero sus asesores y operadores todavía no le toman la medida a la 4T. Tendrán que guardar silencio y dejar que los políticos sigan jugando al inocente. Aunque algunos viejos lobos de mar creen que el cobro de favores será reparador. Es más, ya andan pensando qué quieren a cambio de su silencio y sumisión. Como en los viejos y buenos tiempos.

Lo que nadie quiere aceptar en público ni en privado es que las reglas del juego continúan haciendo que la inversión no fluya en esos proyectos que benefician al pueblo bueno.

Que ganan y pierden los mismos de siempre.