/ sábado 7 de diciembre de 2019

El Desempleo

Me pongo en los zapatos de una persona, hombre o mujer, que no tiene trabajo o que tiene el temor de que pronto lo van a despedir. ¿Qué hacer para llevar el alimento a la familia? ¿Qué hacer con los gastos del transporte para el al trabajo, el pago de la renta, el pago de la luz y del gas…? Son algunas de las preguntas que ese trabajador tiene durante la noche, que no lo dejan dormir.

¿Y qué harán los hombres y las mujeres en pobreza extrema que no ganan siquiera el salario mínimo diario de 102.68 pesos? Ni siquiera pensar que los niños vayan a la escuela, por más que el papá y la madre lo deseen, ¿cómo le hacen para darles de comer, pagar sus libretas, el vestido…? Ésta es la realidad de millones de gentes en la república. La realidad que no es posible ignorar, negar, ocultar. La realidad de muchos compatriotas nuestros.

En las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el desempleo aumentó en el mes de octubre anterior de una tasa 3.5% de la población económicamente activa a una tasa de 3.6%. Desde una perspectiva anual, la tasa de desempleo registró un incremento en el mes de octubre del año en curso frente a la tasa del mes de octubre de 2018, al pasar de 3.2 a 3.6% (Silvia Rodríguez, periódico Milenio, 27 de noviembre 2019).

La tasa de subocupación, referida al porcentaje de la población ocupada que tiene necesidad de ofrecer más tiempo de trabajo, representó el 7.5%. En su comparación anual, esta tasa fue superior a la del mes de octubre de 2018 que se ubicó en 6.7%.

La tasa de informalidad laboral fue de 56% en octubre de este año, cifra inferior a la de septiembre anterior, y mayor 0.4 puntos respecto a la del mismo mes de 2018. La tasa de ocupación en el sector informal representó 27.6% en el mes de octubre de 2019, misma proporción del mes de septiembre, y 0.5 puntos arriba de la proporción de octubre de 2018.

Es decir, creció el número de personas desocupadas, creció el número de trabajadores que necesitan trabajar más horas para cubrir sus necesidades fundamentales, y creció el número de personas ocupadas en la economía informal que lo hace sin ninguna prestación social. Esto no puede seguir así, es preciso que, encabezados por la autoridad, cada uno hagamos lo que tenemos que hacer.


josedavalosmorale@yahoo.com.mx

Me pongo en los zapatos de una persona, hombre o mujer, que no tiene trabajo o que tiene el temor de que pronto lo van a despedir. ¿Qué hacer para llevar el alimento a la familia? ¿Qué hacer con los gastos del transporte para el al trabajo, el pago de la renta, el pago de la luz y del gas…? Son algunas de las preguntas que ese trabajador tiene durante la noche, que no lo dejan dormir.

¿Y qué harán los hombres y las mujeres en pobreza extrema que no ganan siquiera el salario mínimo diario de 102.68 pesos? Ni siquiera pensar que los niños vayan a la escuela, por más que el papá y la madre lo deseen, ¿cómo le hacen para darles de comer, pagar sus libretas, el vestido…? Ésta es la realidad de millones de gentes en la república. La realidad que no es posible ignorar, negar, ocultar. La realidad de muchos compatriotas nuestros.

En las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el desempleo aumentó en el mes de octubre anterior de una tasa 3.5% de la población económicamente activa a una tasa de 3.6%. Desde una perspectiva anual, la tasa de desempleo registró un incremento en el mes de octubre del año en curso frente a la tasa del mes de octubre de 2018, al pasar de 3.2 a 3.6% (Silvia Rodríguez, periódico Milenio, 27 de noviembre 2019).

La tasa de subocupación, referida al porcentaje de la población ocupada que tiene necesidad de ofrecer más tiempo de trabajo, representó el 7.5%. En su comparación anual, esta tasa fue superior a la del mes de octubre de 2018 que se ubicó en 6.7%.

La tasa de informalidad laboral fue de 56% en octubre de este año, cifra inferior a la de septiembre anterior, y mayor 0.4 puntos respecto a la del mismo mes de 2018. La tasa de ocupación en el sector informal representó 27.6% en el mes de octubre de 2019, misma proporción del mes de septiembre, y 0.5 puntos arriba de la proporción de octubre de 2018.

Es decir, creció el número de personas desocupadas, creció el número de trabajadores que necesitan trabajar más horas para cubrir sus necesidades fundamentales, y creció el número de personas ocupadas en la economía informal que lo hace sin ninguna prestación social. Esto no puede seguir así, es preciso que, encabezados por la autoridad, cada uno hagamos lo que tenemos que hacer.


josedavalosmorale@yahoo.com.mx

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