El dolor y el sufrimiento son sentimientos que en varias ocasiones han unido a la sociedad. Esa solidaridad y empatía característica de los mexicanos volvió a hacerse presente, ahora, en favor de los niños con cáncer, pacientes crónicos, personas que viven con VIH y, todas aquellas familias que padecen el desabasto de medicamentos.
A pesar de los incansables intentos por polarizar al país y clasificar a los mexicanos con insultantes etiquetas de: “fifís, conservadores, mafia del poder, clasemedieros aspiracionistas, pueblo bueno", etc, etc; la sociedad mexicana ha encontrado, nuevamente, en el dolor y el sufrimiento que viven miles de familias, una razón poderosa para unirse y no dejar solos a quienes viven la tragedia del cáncer y, ahora también, el desabasto de medicamentos.
Son muchas las historias que se han recogido desde finales de 2018 -cuando empezaron a observarse las primeras señales de la falta de medicamentos- hasta la fecha. Padres que ven como la vida de sus hijos se escapa lentamente de sus manos; mujeres con cáncer de mama que expresan su temor de morir y dejar solos a sus hijos; y pacientes crónicos que narran cómo se complica su enfermedad sin poder evitarlo, son parte de esa realidad que se intenta negar todos los días desde el discurso oficial.
La masiva participación ciudadana en la marcha ¡Quimios Si!, interrumpió el cómodo fin de semana de las feroces granjas de bots progobiernistas y de los ya conocidos activistas de sofá, que tacaron a través de redes sociales a los padres de niños con cáncer, acusaron a las farmacéuticas de corrupción y culparon a los pasados gobiernos del actual desabasto.
El desabasto es real y el peor que se haya registrado en la historia reciente del país, quien lo dude puede ir a cualquier clínica, hospital de cualquier parte del país, e incluso, a instituciones de alta especialidad, como los Institutos Nacionales de Salud, para comprobarlo, y como lo dijeron los padres de niños con cáncer: “la lucha por la salud y la vida no es ninguna exageración”.
Los mexicanos no debemos perder la capacidad de asombro. Nunca antes una autoridad de salud se había expresado de la forma como lo han hecho las del gobierno de la 4T contra ciudadanos que exigen su derecho a la salud. Nunca antes se había visto tal insensibilidad y falta de oficio político. Sin duda, los secretarios de Salud de los últimos cuatro sexenios enfrentaron situaciones complejas en su momento, pero nunca descalificaron las protestas, nunca cerraron el diálogo y mucho menos se atrevieron a tachar a la ciudadanía de “exagerados”.
