Por Marinieves García-Manzano
La cadena televisora rusa RT (Russia Today) transmite a nivel internacional en español enfocada en el mercado hispanoamericano, en inglés con un canal para Estados Unidos y otro para el Reino Unido, en árabe y en francés. En el mercado alemán opera a través de las plataformas digitales RT DE y Der Fehlende Part; y en México se puede ver, por ejemplo, a través del canal 184 de Izzy.
Al igual que todas las demás cadenas gubernamentales como la Deutsche Welle, la BBC, o Televisión Española, al ser medios controlados por los Gobiernos de sus respectivos países buscan posicionar los mensajes de su interés político y económico en diferentes audiencias alrededor del mundo a través de noticieros y documentales.
Sin embargo, a lo largo del tiempo RT ha sido acusada por medios y gobiernos occidentales por ser un medio de propaganda del Gobierno Ruso y por difundir contenidos engañosos. La más reciente viene de YouTube, que utilizando su campaña de reforzamiento a la censura contra contenidos que afirmen que las vacunas contra el COVID-19 son peligrosas, que causan efectos crónicos a la salud o que no reducen la transmisión, el martes bloqueó “sin posibilidad de restauración” los canales en alemán RT DE y Der Fehlende Part por presuntamente haber violado sus políticas de desinformación sobre el COVID-19.
Lo interesante son las reacciones en un momento en el que como hemos escrito anteriormente en esta columna hay una alianza político-económica muy fuerte entre Alemania y Rusia por el control del gas en Europa a través del gasoducto Nord Stream 2 que ha molestado mucho a ciertos sectores en Estados Unidos: primero, la Redactora en Jefe de RT afirmó en Twitter que el canal de YouTube de RT en Alemania es el cuarto medio de comunicación en alemán más influyente, superando a la propia Deutsche Welle, y aseguró que es una “verdadera guerra mediática declarada por el estado de Alemania a Rusia”; de lo que inmediatamente se deslindó el portavoz del Gobierno Alemán, diciendo que las autoridades alemanas no tenían nada que ver con la cancelación del canal ruso. Acto seguido el Kremlin declaró que no descarta tomar represalias para obligar a YouTube a que cumpla con las leyes rusas, pudiendo restringir parcial o totalmente su acceso en Rusia. Y al día siguiente de que la plataforma norteamericana restringiera el Canal Ruso en Alemania, el Gobierno estadounidense anunció que planea negar el ingreso a aquel país a personas que hubieran sido inmunizadas, precisamente, con la vacuna rusa.
Ya veremos en qué acaba esta historia, pero a mí me huele más a guerra comercial que a políticas de contenidos…
Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves
