/ sábado 15 de enero de 2022

Educación Gradual y Efectiva

En el medio educativo la discusión actual gira en torno de cuál será el mejor sistema en la enseñanza, si el presencial o por línea. Las opiniones están muy divididas. Considero que una forma para llegar a una conclusión valedera es la de acudir a quien se dedica a la enseñanza en cualquier grado, pensar en el campo de la realidad, en cuál método le ha resultado más efectivo al profesor en relación con sus alumnos.

Para llegar a este punto tenemos qué pensar si el propósito es decir con claridad y dejar con claridad las ideas que se exponen a los alumnos. Esta finalidad la cumplimos siguiendo cualquiera de los dos métodos. Personalmente me inclino por el sistema presencial, pero si no tengo oportunidad de escoger el medio, tengo que pensar en adaptarme al sistema que se me asigne y, además, hacerlo con interés y con gusto.

Pienso que en cualquiera de los dos medios se puede llegar a la misma finalidad, todo depende de la voluntad, el entusiasmo y la decisión que se pongan en el empleo o el sistema que se escoja o que se asigne. La atención de los alumnos a la exposición será la misma en las dos vías, en la exposición presencial o en la lineal si el profesor lo hace con el mismo interés y con gusto.

Si el tema a tratar es extenso, puede dividirse en varias exposiciones, de tal manera que cada parte quede bien comprendida por el auditorio. Aquí una cuestión es la importante, que el asunto lo tenga bien entendido el profesor. Y no tratar de atiborrar de asuntos la mente de los estudiantes, puede ponerse todo el empeño en que cada punto vaya siendo bien captado por los alumnos. Recordemos que uno de los secretos de la pedagogía es la reiteración; reiteración con diferentes formas, diferentes ejemplos, y con diferentes anécdotas.

Cuando el tema es extenso y se desarrolla en varias exposiciones, debemos tener presente aquel consejo que daba Baltazar Gracián: si bueno y breve, dos veces bueno. La exposición debe tener un hilo conductor desde el comienzo hasta el final, la brevedad.

Es muy conveniente que la exposición esté sembrada de dos o tres fábulas, cuentos, bromas o anécdotas. Sin llegar al extremo en el que al final de la plática un participante tomó la palabra para decirle al conferencista, bueno, ya acabó la sesión de chistes, ahora díganos a qué hora comienza el desarrollo del tema anunciado.

josedavalosmorales@yahoo.com.mx


En el medio educativo la discusión actual gira en torno de cuál será el mejor sistema en la enseñanza, si el presencial o por línea. Las opiniones están muy divididas. Considero que una forma para llegar a una conclusión valedera es la de acudir a quien se dedica a la enseñanza en cualquier grado, pensar en el campo de la realidad, en cuál método le ha resultado más efectivo al profesor en relación con sus alumnos.

Para llegar a este punto tenemos qué pensar si el propósito es decir con claridad y dejar con claridad las ideas que se exponen a los alumnos. Esta finalidad la cumplimos siguiendo cualquiera de los dos métodos. Personalmente me inclino por el sistema presencial, pero si no tengo oportunidad de escoger el medio, tengo que pensar en adaptarme al sistema que se me asigne y, además, hacerlo con interés y con gusto.

Pienso que en cualquiera de los dos medios se puede llegar a la misma finalidad, todo depende de la voluntad, el entusiasmo y la decisión que se pongan en el empleo o el sistema que se escoja o que se asigne. La atención de los alumnos a la exposición será la misma en las dos vías, en la exposición presencial o en la lineal si el profesor lo hace con el mismo interés y con gusto.

Si el tema a tratar es extenso, puede dividirse en varias exposiciones, de tal manera que cada parte quede bien comprendida por el auditorio. Aquí una cuestión es la importante, que el asunto lo tenga bien entendido el profesor. Y no tratar de atiborrar de asuntos la mente de los estudiantes, puede ponerse todo el empeño en que cada punto vaya siendo bien captado por los alumnos. Recordemos que uno de los secretos de la pedagogía es la reiteración; reiteración con diferentes formas, diferentes ejemplos, y con diferentes anécdotas.

Cuando el tema es extenso y se desarrolla en varias exposiciones, debemos tener presente aquel consejo que daba Baltazar Gracián: si bueno y breve, dos veces bueno. La exposición debe tener un hilo conductor desde el comienzo hasta el final, la brevedad.

Es muy conveniente que la exposición esté sembrada de dos o tres fábulas, cuentos, bromas o anécdotas. Sin llegar al extremo en el que al final de la plática un participante tomó la palabra para decirle al conferencista, bueno, ya acabó la sesión de chistes, ahora díganos a qué hora comienza el desarrollo del tema anunciado.

josedavalosmorales@yahoo.com.mx


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