Dejaron solos a los maestros y, la educación entró en crisis durante el aislamiento social. Sin una autoridad que fijará el rumbo y las condiciones, los profesores se sentaron frente a sus computadoras, trataron de establecer contacto con sus alumnos y sacar el ciclo escolar adelante.
Está claro que ninguna autoridad en el Gobierno federal, incluida la Secretaría de Educación Pública (SEP) se atreve a tomar decisiones, concluirá un año lectivo, totalmente a distancia entre profesores y estudiantes, con un sistema educativo que ya acusaba fallas en la calidad.
Todo parece indicar que en materia educativa saldremos del aislamiento social, en peores condiciones de las que ingresamos. Ahora ya ni siquiera se quiere evaluar la calidad con los parámetros de la OCDE.
Desde mi punto de vista hay que felicitar a los maestros que se esforzaron porque sus estudiantes aprendieran, invirtieron su herramienta tecnológica desde sus hogares; trataron de salvar obstáculos, a pesar de que muchos de ellos no estaban muy relacionados con las computadoras y el internet, menos con los modelos de enseñanza a distancia.
Los profesores se dedicaron a aprender este año, lo que no sabían lo investigaron, algunos compraron computadoras que fueran funcionales para las plataformas virtuales, otros contrataron servicios de internet.
A todos ellos, felicidades, a propósito del Día del Maestro.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del INEGI, al cuarto trimestre de 2020, México contaba con 1.2 millones de maestras y maestros en la educación básica: 878 mil son mujeres (69.9%) y 378 mil, hombres (30.1 por ciento). El 82.1% tienen formación académica como profesor o en una carrera relacionada con las ciencias de la educación.
Además, por cada 100 personas ocupadas que imparten clase en la educación básica, 51 lo hacen en primaria, 25 en secundaria, 20 en preescolar, dos en enseñanza especial y los restantes son alfabetizadores o se dedican a la enseñanza bilingüe.
Textualmente hay que decirlo: En este país, la enseñanza avanza gracias a los maestros, la llamada autoridad educativa fue rebasada por la emergencia una y otra vez. Incapaces de tomar decisiones, aún no están a la altura de los que la nación requiere.
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