Frente a la amenaza del presidente municipal de Ecatepec, Fernando Vilchis Contreras, de ir en “bola” a la capital del Estado de México para exigir una mayor dotación de agua potable por parte de autoridades estatales, éstas respondieron una vez más al edil que el promedio de envío a ese municipio es de mil 139 litros por segundo, volumen superior al titulado por la Comisión Nacional de Agua para la localidad, que es de 915. Con excepción de los habitantes, quienes son los que realmente padecen la escasez del recurso natural, en los círculos de la administración pública todos saben que se trata de un tema más que politizado, pues “la papá está demasiado caliente” como para que el más tonto se queme con ella. El problema se agudizará en la presente época de estiaje, y ciertamente no es nuevo, ya que cuando menos un millón de pobladores de Ecatepec llevan años padeciendo la falta de agua potable. El problema creció en los últimos tres años y son varias las colonias que sufren la sequía, pero nadie está dispuesto a asumir los costos políticos, por eso las autoridades municipales ven como alivio momentáneo a la presión social el hecho de convocar a una gran movilización. Hasta ahora el alcalde Fernando Vilchis ha tachado a instancias estatales como las responsables, pero no ha tocado ni por error a la Conagua, que a final de cuentas es la “madre del reparto hídrico”.
A RENGLÓN SEGUIDO
AHORA que diputados morenistas traen a “mecate corto” al ISSEMYM con el tema de salarios de hasta 230 mil pesos, versión que desde luego rechaza ese instituto, los legisladores priístas como Guillermo Zamacona, quien había revivido el tema de la reingeniería financiera, mejor enmudecieron en espera de que “pase la tormenta”. Es la misma historia de los llamados diputados paleros… AUN cuando en política nada está escrito, la eventual alianza entre PRI y PAN para las elecciones de 2023 está cada vez más presente en el ánimo de los albiazules. Obvio, la intención de llevar a Enrique Vargas del Villar al frente, pero en las huestes priístas la idea no termina por cuajar. El asunto es que el tiempo vuela y eso no es de mucho pensar, sino de actuar, si en verdad quieren frenar a Morena.
