/ jueves 19 de noviembre de 2020

¿Ebrard, candidato del Ejército?

Como pocas veces, una acción como la liberación del general Salvador Cienfuegos, sorprendió a la clase política mexicana.

¿Cuál es el fondo de esa liberación de manera inesperada? ¿Qué negoció México, con el gobierno de Donald Trump, sobre todo porque éste va de salida?

¿Realmente fue la estabilidad y gobernabilidad de México, como apuntan algunos analistas?

De lado mexicano, está claro que hubo una fuerte presión de las fuerzas armadas, hacia el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por tradición la clase militar es disciplinada e institucional. Pero sobre todo solidaria con los suyos. Lo demostraron con una fuerza impresionante.

¿Obligaron al Presidente a traer de regreso a México a Cienfuegos y libre de toda sospecha?

De eso hay mucho qué explicar a los mexicanos. Pero con seguridad el Ejecutivo se sujetará al acuerdo oficial entre México y el vecino país del norte.

En el fondo hay un gestor gubernamental de primer nivel. Se trata del canciller Marcelo Ebrard.

De nueva cuenta, Ebrard ha salido a dar la cara por López Obrador. No es la primera vez. Ha sucedido ahora en la Presidencia y antes en la jefatura de gobierno.

Por ejemplo, en el proceso de desafuero Marcelo se enfrentó a grito abierto con un poderoso empresario de la televisión. “Se las verán conmigo cuando sea jefe de gobierno”, le dijo con tono por demás amenazante.

Durante la conferencia que el canciller ofreció en sus oficinas para detallar la decisión del Departamento de Justicia que se desistió ante la Corte Federal de Brooklyn de las acusaciones contra Cienfuegos, se mostró seguro y dominante del tema.

Un éxito diplomático -sin duda- el que se anotó Ebrard, lo cual lo ubica con mayor seguridad como el puntero en la temprana sucesión presidencial para el 2024.

Lo importante era cumplirle no sólo al Presidente, sino al Ejército, que a partir de ahora lo verá como su prospecto más firme para las siguientes elecciones presidenciales.

Sin embargo, queda la duda en torno a lo que “negoció” con el país más poderoso del mundo, el cual no cede tan fácilmente. ¿Sabremos por una filtración?

PROSPECCIÓN… Por cierto a quien se le empiezan a complicar las alianzas, es a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena. Resulta que le incumplió a su aliado el PVEM, en el sentido de imponer por “dedazo” al candidato surgido de las filas morenistas en lugar del diputado ecologista Ricardo Gallardo Cardona. La noche del martes, la dirigencia del Verde emitió su postura: “El Partido Verde sostiene su propuesta de ir con Ricardo Gallardo porque es el proyecto que cuenta con el respaldo popular mayoritario, pero rechaza un arreglo en lo oscurito y como de espaldas a las y los habitantes de San Luis Potosí como quiere Morena. Por tal razón, informamos que nuestra alianza será con la gente, con las mujeres y los hombres de San Luis, porque San Luis merece un proyecto de San Luis y para San Luis, y no una imposición ajena a los intereses de San Luis Potosí”.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

Como pocas veces, una acción como la liberación del general Salvador Cienfuegos, sorprendió a la clase política mexicana.

¿Cuál es el fondo de esa liberación de manera inesperada? ¿Qué negoció México, con el gobierno de Donald Trump, sobre todo porque éste va de salida?

¿Realmente fue la estabilidad y gobernabilidad de México, como apuntan algunos analistas?

De lado mexicano, está claro que hubo una fuerte presión de las fuerzas armadas, hacia el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por tradición la clase militar es disciplinada e institucional. Pero sobre todo solidaria con los suyos. Lo demostraron con una fuerza impresionante.

¿Obligaron al Presidente a traer de regreso a México a Cienfuegos y libre de toda sospecha?

De eso hay mucho qué explicar a los mexicanos. Pero con seguridad el Ejecutivo se sujetará al acuerdo oficial entre México y el vecino país del norte.

En el fondo hay un gestor gubernamental de primer nivel. Se trata del canciller Marcelo Ebrard.

De nueva cuenta, Ebrard ha salido a dar la cara por López Obrador. No es la primera vez. Ha sucedido ahora en la Presidencia y antes en la jefatura de gobierno.

Por ejemplo, en el proceso de desafuero Marcelo se enfrentó a grito abierto con un poderoso empresario de la televisión. “Se las verán conmigo cuando sea jefe de gobierno”, le dijo con tono por demás amenazante.

Durante la conferencia que el canciller ofreció en sus oficinas para detallar la decisión del Departamento de Justicia que se desistió ante la Corte Federal de Brooklyn de las acusaciones contra Cienfuegos, se mostró seguro y dominante del tema.

Un éxito diplomático -sin duda- el que se anotó Ebrard, lo cual lo ubica con mayor seguridad como el puntero en la temprana sucesión presidencial para el 2024.

Lo importante era cumplirle no sólo al Presidente, sino al Ejército, que a partir de ahora lo verá como su prospecto más firme para las siguientes elecciones presidenciales.

Sin embargo, queda la duda en torno a lo que “negoció” con el país más poderoso del mundo, el cual no cede tan fácilmente. ¿Sabremos por una filtración?

PROSPECCIÓN… Por cierto a quien se le empiezan a complicar las alianzas, es a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena. Resulta que le incumplió a su aliado el PVEM, en el sentido de imponer por “dedazo” al candidato surgido de las filas morenistas en lugar del diputado ecologista Ricardo Gallardo Cardona. La noche del martes, la dirigencia del Verde emitió su postura: “El Partido Verde sostiene su propuesta de ir con Ricardo Gallardo porque es el proyecto que cuenta con el respaldo popular mayoritario, pero rechaza un arreglo en lo oscurito y como de espaldas a las y los habitantes de San Luis Potosí como quiere Morena. Por tal razón, informamos que nuestra alianza será con la gente, con las mujeres y los hombres de San Luis, porque San Luis merece un proyecto de San Luis y para San Luis, y no una imposición ajena a los intereses de San Luis Potosí”.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx