/ sábado 31 de agosto de 2024

Doble efecto / Marginados del Mercado Laboral

Como se sabe, las personas con alguna discapacidad enfrentan tasas de desempleo más elevadas, con mínimas oportunidades de integrarse al mercado laboral y son las que menos ganan, cuando cuentan con un empleo. La Organización Internacional del Trabajo destaca que la diferencia salarial es significativa y se debe trabajar en mejorar las políticas públicas para su inclusión.

Una de cada seis personas de la población mundial, sufren una discapacidad significativa. Sólo 3 de cada 10 de ellas están activas en el mercado laboral, su tasa global de participación es muy baja, indica la OIT.

En México hay más de siete millones 168 mil personas con discapacidad o algún problema mental y representan 5.7 por ciento de la población nacional; 24 por ciento de ellas no cuenta con afiliación a instituciones de seguridad social, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020.

Esta condición es un tema muy amplio, y hay distintas discapacidades, cada una con sus necesidades muy específicas. Entre ellas están: la motriz, visual, del habla, auditiva, múltiple, intelectual y mental.

Datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) indican que el 44.9% de las personas con discapacidad se han sentido discriminadas al buscar trabajo; de estos, el 23.3% la ha sentido por prejuicios y estereotipos, al interactuar en oficinas o servicios gubernamentales.

Los empleos que se les ofrece son revisar documentos en aeropuertos, entregar papeles en oficinas, trabajos en talleres familiares, cocinas; pocos son funcionarios públicos o gerentes. Aunque hay varias iniciativas de empresas, gobiernos y ONGs para integrarlos al mercado de trabajo, aún son insuficientes.

Se requiere mayor trabajo conjunto de la sociedad y los sectores privado, público, para fortalecer sus habilidades laborales; garantizar su movilidad física, ya que es poco probable que puedan estudiar, trabajar, ir al doctor o salir de su casa.

El Consejo Mexicano de Negocios cita que las personas con discapacidad enfrentan desafíos en el ámbito laboral, si existen leyes y regulaciones para promover la igualdad, pero menos del 40% tiene empleo en nuestro país.

El estudio de la OIT la “brecha salarial de la discapacidad” expone que este sector de la población enfrenta también una tendencia al autoempleo. Pero la situación es aún peor para las mujeres con discapacidad, que padecen grave brecha salarial de género en comparación con sus homólogos masculinos.

EN OTRO TENOR. El secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, al parecer, cuenta con un buen pre-cierre de su gestión con la celebración, por tercer año consecutivo, del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA) 2024. En el encuentro internacional, celebrado en CDMX, participaron expertos de 20 países y se presentaron temas que, por su relevancia, deben tener continuidad en la siguiente administración, toda vez que son respuestas a los desafíos del impacto del cambio climático, como la escasez de agua, la degradación de los suelos, la pérdida de agrobiodiversidad y el brote de plagas y enfermedades. Los sistemas agroalimentarios deben ser más eficientes y responsables con los recursos suelo, agua y agrobiodiversidad para garantizar la producción de los alimentos para más de 130 millones de habitantes de México.


Sígueme X: @Patri17Carrasco

Como se sabe, las personas con alguna discapacidad enfrentan tasas de desempleo más elevadas, con mínimas oportunidades de integrarse al mercado laboral y son las que menos ganan, cuando cuentan con un empleo. La Organización Internacional del Trabajo destaca que la diferencia salarial es significativa y se debe trabajar en mejorar las políticas públicas para su inclusión.

Una de cada seis personas de la población mundial, sufren una discapacidad significativa. Sólo 3 de cada 10 de ellas están activas en el mercado laboral, su tasa global de participación es muy baja, indica la OIT.

En México hay más de siete millones 168 mil personas con discapacidad o algún problema mental y representan 5.7 por ciento de la población nacional; 24 por ciento de ellas no cuenta con afiliación a instituciones de seguridad social, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020.

Esta condición es un tema muy amplio, y hay distintas discapacidades, cada una con sus necesidades muy específicas. Entre ellas están: la motriz, visual, del habla, auditiva, múltiple, intelectual y mental.

Datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) indican que el 44.9% de las personas con discapacidad se han sentido discriminadas al buscar trabajo; de estos, el 23.3% la ha sentido por prejuicios y estereotipos, al interactuar en oficinas o servicios gubernamentales.

Los empleos que se les ofrece son revisar documentos en aeropuertos, entregar papeles en oficinas, trabajos en talleres familiares, cocinas; pocos son funcionarios públicos o gerentes. Aunque hay varias iniciativas de empresas, gobiernos y ONGs para integrarlos al mercado de trabajo, aún son insuficientes.

Se requiere mayor trabajo conjunto de la sociedad y los sectores privado, público, para fortalecer sus habilidades laborales; garantizar su movilidad física, ya que es poco probable que puedan estudiar, trabajar, ir al doctor o salir de su casa.

El Consejo Mexicano de Negocios cita que las personas con discapacidad enfrentan desafíos en el ámbito laboral, si existen leyes y regulaciones para promover la igualdad, pero menos del 40% tiene empleo en nuestro país.

El estudio de la OIT la “brecha salarial de la discapacidad” expone que este sector de la población enfrenta también una tendencia al autoempleo. Pero la situación es aún peor para las mujeres con discapacidad, que padecen grave brecha salarial de género en comparación con sus homólogos masculinos.

EN OTRO TENOR. El secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, al parecer, cuenta con un buen pre-cierre de su gestión con la celebración, por tercer año consecutivo, del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA) 2024. En el encuentro internacional, celebrado en CDMX, participaron expertos de 20 países y se presentaron temas que, por su relevancia, deben tener continuidad en la siguiente administración, toda vez que son respuestas a los desafíos del impacto del cambio climático, como la escasez de agua, la degradación de los suelos, la pérdida de agrobiodiversidad y el brote de plagas y enfermedades. Los sistemas agroalimentarios deben ser más eficientes y responsables con los recursos suelo, agua y agrobiodiversidad para garantizar la producción de los alimentos para más de 130 millones de habitantes de México.


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