/ lunes 21 de junio de 2021

Dilema de AMLO: ¿Peleonero o pacifista?

Por Alejandro Lelo de Larrea

El presidente Andrés Manuel López Obrador deberá decidir en las próximas semanas cómo quiere pasar a la historia, si como un mandatario peleonero, que dividió al país, o como un pacifista, que herede la unidad nacional.


En sus tres primeros años de gobierno no hay duda de que López Obrador ha sido pleitero, ha promovido el encono, la polarización social, la confrontación entre los mexicanos.


AMLO debe ya por fin entender que no gobierna sólo para el 53% de los votantes le dieron su aval en 2018, sino que para todos los mexicanos. Todavía puede salvar su herencia política, y promover la benevolencia, la unidad del país, de la sociedad y la paz entre los mexicanos.


El camino que seguirá López Obrador es un decisión que debería tomar antes del comienzo de la 65 Legislatura, el 1 de septiembre. Es clave para lo que ocurra con las iniciativas de reformas constitucionales que pretende el presidente, y para que sean aprobadas en el Congreso de la Unión, Morena y sus aliados tienen que construir mayorías constitucionales que no tienen, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados.

Si López Obrador continúa en el camino del encono, éste se verá reflejado entre los grupos parlamentarios en el Congreso, con lo que difícilmente van a sumar diputados y senadores de otros partidos para construir la mayoría constitucional.

Si AMLO opta por la benevolencia y la unidad, sin duda ayudará a que con mayor probabilidad construyan las mayorías que requieren sus operadores en el Senado, Ricardo Monreal, y en Diputados, Ignacio Mier.

Esto cobra mayor relevancia porque vienen 4 reformas muy importantes para la segunda mitad del sexenio, las cuales requieren cambios constitucionales: fortalecer a la CFE, que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, una reforma electoral que desaparezca a los legisladores plurinominales (32 senadores y 200 diputados), y una supuesta profundización de la dizque austeridad republicana.

En el Senado, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal tiene claro que seguir por el mismo camino de polarización y de división nos va a llevar a lo mismo: falta de consensos y de mayorías constitucionales. Cree que se debe dar la vuelta a la página y buscar qué temas unen a los mexicanos y fortalecen a la nación.

Así, la definición de López Obrador será histórica para él, pues debe optar entre dejar un país dividido, confrontado, o una nación unida, en la concordia, sin confrontaciones. Lo veremos.


Por Alejandro Lelo de Larrea

El presidente Andrés Manuel López Obrador deberá decidir en las próximas semanas cómo quiere pasar a la historia, si como un mandatario peleonero, que dividió al país, o como un pacifista, que herede la unidad nacional.


En sus tres primeros años de gobierno no hay duda de que López Obrador ha sido pleitero, ha promovido el encono, la polarización social, la confrontación entre los mexicanos.


AMLO debe ya por fin entender que no gobierna sólo para el 53% de los votantes le dieron su aval en 2018, sino que para todos los mexicanos. Todavía puede salvar su herencia política, y promover la benevolencia, la unidad del país, de la sociedad y la paz entre los mexicanos.


El camino que seguirá López Obrador es un decisión que debería tomar antes del comienzo de la 65 Legislatura, el 1 de septiembre. Es clave para lo que ocurra con las iniciativas de reformas constitucionales que pretende el presidente, y para que sean aprobadas en el Congreso de la Unión, Morena y sus aliados tienen que construir mayorías constitucionales que no tienen, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados.

Si López Obrador continúa en el camino del encono, éste se verá reflejado entre los grupos parlamentarios en el Congreso, con lo que difícilmente van a sumar diputados y senadores de otros partidos para construir la mayoría constitucional.

Si AMLO opta por la benevolencia y la unidad, sin duda ayudará a que con mayor probabilidad construyan las mayorías que requieren sus operadores en el Senado, Ricardo Monreal, y en Diputados, Ignacio Mier.

Esto cobra mayor relevancia porque vienen 4 reformas muy importantes para la segunda mitad del sexenio, las cuales requieren cambios constitucionales: fortalecer a la CFE, que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, una reforma electoral que desaparezca a los legisladores plurinominales (32 senadores y 200 diputados), y una supuesta profundización de la dizque austeridad republicana.

En el Senado, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal tiene claro que seguir por el mismo camino de polarización y de división nos va a llevar a lo mismo: falta de consensos y de mayorías constitucionales. Cree que se debe dar la vuelta a la página y buscar qué temas unen a los mexicanos y fortalecen a la nación.

Así, la definición de López Obrador será histórica para él, pues debe optar entre dejar un país dividido, confrontado, o una nación unida, en la concordia, sin confrontaciones. Lo veremos.