/ jueves 27 de junio de 2019

Después de un despido, ¿qué viene?

En los más de 10 años que llevo trabajando, nunca me habían despedido de una empresa… hasta el domingo pasado. Fui culpada de un error que cometió un tercero y despedida sin poder justificar que yo era inocente. Afortunadamente, mi trabajo fue reconocido por mis compañeros y jefes alternos y mi jefe directo se retractó de la decisión que abrupta y encoleradamente había tomado, por lo que regresé a mi plaza al siguiente día.

Esto me sirvió para tomar conciencia de varias cosas:

Uno. Me di cuenta de lo vulnerable económicamente que podemos ser cualquiera de nosotros cuando dependemos de una sola fuente de ingresos.

Dos. El problema de un despido se agrava cuando no tienes un ahorro para emergencias del cual puedas echar mano para salir a flote, al menos durante tres meses en lo que encuentras trabajo. Por eso es importante ahorrar cada quincena, aunque sea 100 pesos.

Tres. Revisar con qué esquema fuiste contratado para ese puesto y hacer el cálculo de cuánto te tocaría como liquidación. Te adelanto: si te despiden te tocará tres meses de sueldo más lo equivalente en prestaciones (prima vacacional, aguinaldo y prima de antigüedad) según el tiempo que lleves trabajando. Si estás por honorarios, reúne y mantén en orden tus recibos de nómina o comprobantes de pago, con ello podrás hacer las cuentas.

Cuatro. Durante tu tiempo laboral trata de hacer la mayor cantidad de contactos posibles y sé intachable en tu trabajo, pues esa será tu mejor carta de presentación frente a los demás o cuándo quieras solicitar otro empleo.

Cinco. Trata de vivir sin deudas o, al menos, deudas a tan largo plazo, a menos que -como te decía al principio- tengas dos fuentes de ingresos. Si tienes una hipoteca, puedes hablar con el banco y podrán activar tu seguro de desempleo para que, en el tiempo en que no tienes empleo, el seguro cubra tus mensualidades. Así mismo con el Infonavit. Y si de veras te ves apretado de lana, también existe la posibilidad de que retires dinero de tu afore. Pero esto significa que tendrás que trabajar más tiempo para complementarlo cuando te reactives económicamente.

No esperemos a que nos suceda una sorpresa como éstas. Pensemos como economista: Visualicemos siempre un escenario positivo donde todo va bien y tenemos dinero, pero también tengamos presente un escenario negativo en donde no tenemos trabajo y hay que salir adelante. ¿Tú que harías? ¿Estás preparado para enfrentar un despido?

@Lady_Varo / ladyvaro.fp@gmail.com

En los más de 10 años que llevo trabajando, nunca me habían despedido de una empresa… hasta el domingo pasado. Fui culpada de un error que cometió un tercero y despedida sin poder justificar que yo era inocente. Afortunadamente, mi trabajo fue reconocido por mis compañeros y jefes alternos y mi jefe directo se retractó de la decisión que abrupta y encoleradamente había tomado, por lo que regresé a mi plaza al siguiente día.

Esto me sirvió para tomar conciencia de varias cosas:

Uno. Me di cuenta de lo vulnerable económicamente que podemos ser cualquiera de nosotros cuando dependemos de una sola fuente de ingresos.

Dos. El problema de un despido se agrava cuando no tienes un ahorro para emergencias del cual puedas echar mano para salir a flote, al menos durante tres meses en lo que encuentras trabajo. Por eso es importante ahorrar cada quincena, aunque sea 100 pesos.

Tres. Revisar con qué esquema fuiste contratado para ese puesto y hacer el cálculo de cuánto te tocaría como liquidación. Te adelanto: si te despiden te tocará tres meses de sueldo más lo equivalente en prestaciones (prima vacacional, aguinaldo y prima de antigüedad) según el tiempo que lleves trabajando. Si estás por honorarios, reúne y mantén en orden tus recibos de nómina o comprobantes de pago, con ello podrás hacer las cuentas.

Cuatro. Durante tu tiempo laboral trata de hacer la mayor cantidad de contactos posibles y sé intachable en tu trabajo, pues esa será tu mejor carta de presentación frente a los demás o cuándo quieras solicitar otro empleo.

Cinco. Trata de vivir sin deudas o, al menos, deudas a tan largo plazo, a menos que -como te decía al principio- tengas dos fuentes de ingresos. Si tienes una hipoteca, puedes hablar con el banco y podrán activar tu seguro de desempleo para que, en el tiempo en que no tienes empleo, el seguro cubra tus mensualidades. Así mismo con el Infonavit. Y si de veras te ves apretado de lana, también existe la posibilidad de que retires dinero de tu afore. Pero esto significa que tendrás que trabajar más tiempo para complementarlo cuando te reactives económicamente.

No esperemos a que nos suceda una sorpresa como éstas. Pensemos como economista: Visualicemos siempre un escenario positivo donde todo va bien y tenemos dinero, pero también tengamos presente un escenario negativo en donde no tenemos trabajo y hay que salir adelante. ¿Tú que harías? ¿Estás preparado para enfrentar un despido?

@Lady_Varo / ladyvaro.fp@gmail.com

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