/ martes 13 de octubre de 2020

Democracia plebiscitaria…

Sustentada en la Constitución Política mexicana y en la enorme responsabilidad y prestigio que a lo largo de su destacada carrera política ha construido, nuevamente doña Beatriz Paredes Rangel pone los puntos sobres la i, respecto a la majestad y jerarquía de cada los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde todos pensamos que toman sus decisiones en criterios estrictamente jurídicos, certeza esencial para que el pueblo y la sociedad mexicana tengan certidumbres y sepan que su convivencia y su relación con el Estado está regida por un Tribunal Supremo, soberano , cuya conducta; puesta en duda, en la dictaminarían de sus sentencias y sus opiniones se rigen exclusivamente por la Ley.

La senadora Beatriz Paredes, del PRI, advierte que se está en el camino de impulsar una democracia plebiscitaria, en un país con enormes antagonismos entre sus 130 millones de habitantes. Critica que se haya determinado constitucional la consulta popular, a pesar de que afecta el principio de presunción de inocencia. Lo anterior, al fijar su posicionamiento sobre el dictamen que resuelve sobre la procedencia y trascendencia de la petición de consulta popular presentada por el presidente de la República, y se expide la convocatoria de consulta popular.

Decía Max Weber que apostarle a la democracia plebiscitaria era apostar a una creciente radicalización y racionalización del mundo, significaba que las cosas podrían ser dominadas por el cálculo y los recursos técnicos. En este proceso de desencantamiento de la sociedad, la mentira ye insensibilidad gubernamental era su fuerza motora (Weber 1980b: 38). El "desencantamiento del mundo" implicaba que ya no había una respuesta única normativa aceptada y aceptable para todos. Lo mismo sucede hoy en nuestra grande y querida patria, el “gobierno de la cuarta transformación” no atiende los mandatos de Ley y no da respuestas definitivas sino que está en constante búsqueda del encono. La lucha por los valores por los que las personas orientamos nuestras vidas has sido vulnerados, la creciente y lamentable impunidad,

Es claro pues que la democracia plebiscitaria en nuestro México no emerge de la investigación científica. Su indagación politiquera refleja la tendencia y sumisión de autoridades, “lealtad a ciegas”, con argumentaciones forzadas desviando el ejercicio retorico de hacia una consulta amañada e indeterminada. Pero finalmente es todo un síntoma en la administración morenista, su lamentable desconocimiento de la función pública y liderazgo ”plebiscitario unipersonal les han determinado, puede ser una forma válida para superar un momento de crisis. Sin dejar de lado cierta tensión respecto a la sociología de la autoridad carismática.


Sustentada en la Constitución Política mexicana y en la enorme responsabilidad y prestigio que a lo largo de su destacada carrera política ha construido, nuevamente doña Beatriz Paredes Rangel pone los puntos sobres la i, respecto a la majestad y jerarquía de cada los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde todos pensamos que toman sus decisiones en criterios estrictamente jurídicos, certeza esencial para que el pueblo y la sociedad mexicana tengan certidumbres y sepan que su convivencia y su relación con el Estado está regida por un Tribunal Supremo, soberano , cuya conducta; puesta en duda, en la dictaminarían de sus sentencias y sus opiniones se rigen exclusivamente por la Ley.

La senadora Beatriz Paredes, del PRI, advierte que se está en el camino de impulsar una democracia plebiscitaria, en un país con enormes antagonismos entre sus 130 millones de habitantes. Critica que se haya determinado constitucional la consulta popular, a pesar de que afecta el principio de presunción de inocencia. Lo anterior, al fijar su posicionamiento sobre el dictamen que resuelve sobre la procedencia y trascendencia de la petición de consulta popular presentada por el presidente de la República, y se expide la convocatoria de consulta popular.

Decía Max Weber que apostarle a la democracia plebiscitaria era apostar a una creciente radicalización y racionalización del mundo, significaba que las cosas podrían ser dominadas por el cálculo y los recursos técnicos. En este proceso de desencantamiento de la sociedad, la mentira ye insensibilidad gubernamental era su fuerza motora (Weber 1980b: 38). El "desencantamiento del mundo" implicaba que ya no había una respuesta única normativa aceptada y aceptable para todos. Lo mismo sucede hoy en nuestra grande y querida patria, el “gobierno de la cuarta transformación” no atiende los mandatos de Ley y no da respuestas definitivas sino que está en constante búsqueda del encono. La lucha por los valores por los que las personas orientamos nuestras vidas has sido vulnerados, la creciente y lamentable impunidad,

Es claro pues que la democracia plebiscitaria en nuestro México no emerge de la investigación científica. Su indagación politiquera refleja la tendencia y sumisión de autoridades, “lealtad a ciegas”, con argumentaciones forzadas desviando el ejercicio retorico de hacia una consulta amañada e indeterminada. Pero finalmente es todo un síntoma en la administración morenista, su lamentable desconocimiento de la función pública y liderazgo ”plebiscitario unipersonal les han determinado, puede ser una forma válida para superar un momento de crisis. Sin dejar de lado cierta tensión respecto a la sociología de la autoridad carismática.